09 septiembre, 2010

Paul McCartney viene en noviembre a Chile y entradas salen a la venta a fin de mes


Por estos días se cierra el retorno del ex Beatle al país, el que tiene como fecha acordada el domingo 7 de noviembre, a las 21 horas.

Ya está. La segunda vez del ex Beatle en Santiago es una realidad. Por estos días se ultiman detalles para cerrar y oficializar lo que se alza fácil como el mayor concierto de este año en el país: el retorno de Paul McCartney, la otra mitad creativa de The Beatles y uno de los más influyentes músicos vivos en la actualidad. El pasado fin de semana, los agentes del artista llegaron hasta la capital para ajustar coordenadas y coordinar plazos para una visita que es parte de una gira sudamericana que también incluye escalas en Brasil y Argentina.

Las negociaciones, iniciadas a principios de año (aunque el evento estaba en carpeta de productores locales desde 2008), ya cerraron una fecha tentativa para su desembarco: el domingo 7 de noviembre a las 21 horas. Por la convocatoria del hombre de Yesterday, el Estadio Nacional asomó como opción lógica e inmediata para su espectáculo.

Sin embargo, y según documenta la página de la Asociación Nacional de Fútbol (ANFP), ese mismo día hay un clásico entre Universidad de Chile y Colo Colo que se jugaría en el reducto, lo que complica la opción. De hecho, el mismo presidente del club azul, Federico Valdés, confrma que su equipo hará de local en Ñuñoa y que el encuentro es inamovible a otro lugar. "Tenemos arrendado el Nacional para el 7 de noviembre para jugar con Colo Colo, así que ojalá que el presidente de Chiledeportes, Gabriel Ruiz-Tagle, cumpla su palabra para que la 'U' pueda ocupar sin problemas el estadio", asegura Valdés. Para el staff del músico, el Nacional sigue siendo el mejor sitio, por lo que existe un pequeño margen para que se pueda modificar la fecha.

Ante el escenario, los organizadores de su visita barajan desde hace varios días la posibilidad cierta de mudar el concierto al Estadio Monumental, lugar que también cuenta con una capacidad cercana a las 50 mil personas. En el recinto que ocupa Colo Colo reconocen negociaciones para quedarse con el recital del inglés e incluso informan que en los próximos días se hará una conferencia de prensa para oficializar al estadio como un sitio abierto a los eventos extradeportivos y como clara alternativa al Nacional.

Eso sí, el posible desembarco de Macca en el Monumental para el 7 de noviembre también se topa con un asunto de plazos y tiempos: tres días antes, el 4 de ese mismo mes, está pactado el espectáculo Camp Rock (que incluye a The Jonas Brothers y Demi Lovato). Por tanto, los encargados están coordinando un itinerario que permita montar y desmontar escenarios de dos espectáculos masivos en tiempo récord, en apenas un par de horas. Además, por esta semana también se afina el cierre con sponsors y marcas auspiciadoras.

De concretarse el día 7, el tour del cantante por la región se iniciaría en Santiago, para luego seguir por Brasil y Argentina, países en que por estos días también se coordinan fechas. Es que el diseño de su periplo por la región se ha movido como una suerte de rompecabezas, ya que se ha topado con estadios no disponibles y con fechas futboleras de alta convocatoria (en el caso de Buenos Aires, se analiza la opción de pasar del estadio de River Plate al de Vélez Sarsfield, los días 14 y 15 de noviembre).

Eso sí, el plan para la vuelta del ex Beatle -tocó en 1993 en el Nacional- ya definió que las entradas para Chile salen a la venta los últimos días de septiembre. Aunque parezca un escenario precipitado, McCartney, en su actual gira Up and coming tour, se ha acostumbrado a anunciar sus conciertos con poco más de un mes de anticipación y con tickets que salen a la venta cuatro o cinco semanas antes del espectáculo. Por ejemplo, en su reciente paso por México -el 27 y 28 de mayo-, empezaron a comercializarse la segunda quincena de abril.

La gente ha respondido igual: recintos repletos e histeria transversal han sido la marcaComo tal, ha montado un espectáculo de casi tres horas que, en sus 36 canciones, recorre casi todas sus grandes etapas: himnos de Wings, la banda que formó tras el quiebre de los Fab Four; algunas composiciones de su último proyecto The Fireman, más cercano a cierta experimentación electrónica; y, obvio, su abundante obra Beatle.

Para los más conocedores, el concierto abre con un medley de Venus and mars/Rock show y Jet - de los Wings-, para posteriormente ir alternando sus himnos en el cuarteto de Liverpool, las que van desde las tempranas All my loving o And I love her, hasta gemas como A day in the life -la obra maestra de su química creativa con Lennon-, Get Back, Blackbird, Eleanor Rigby y Heler skelter.

Incluso, se da el tiempo para tributar a sus dos compañeros fallecidos: sobre la mitad del show, toma un ukelele para interpretar Something, la creación más popular de George Harrison (con su figura apareciendo fantasmal en las pantallas traseras); y en el epílogo remata A day in the life con una emotiva versión de Give peace a chance, el himno pacifista que escribió Lennon cuando el cisma en The Beatles estaba desatado.

Todo un show acompañado de dos pantallas laterales de amplia extensión (van desde el techo al suelo del escenario) y una central que emite imágenes relativas a sus discos, sus creaciones y sus distintos períodos musicales.

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