La diseñadora decidió utilizar el apodo cariñoso que le daba su padre a su madre para darle nombre a su última fragancia. Stella McCartney decidió llamar al perfume L.I.L.Y porque Paul McCartney le decía constantemente a Linda que la quería.
Decidió añadirle fragancia de trufas al perfume, cosa que el perfumista Jacques Cavallier que trabaja para Firmenich y trabajó junto a ella, admite que fue una elección "inusual".
"El añadir la trufa fue algo inusual, pero le dije que sí a Stella. Usamos extracto natural de trufa y de hecho pienso que los suministradores con los que trabajábamos pensaban que el extracto era para un restaurante. No quería que la gente supiera lo que estábamos haciendo", comentó.
McCartney asegura que ha elegido una fragancia suave, porque no le gustan los perfumes fuertes.
"No suelo llevar mucho perfume, porque me embriaga. Con esta fragancia intento que la mujer que lo lleve pueda expresarse. Quería que fuera muy pura y sencilla", añadió la diseñadora.
(BANG)
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