23 enero, 2012

Yoko Ono

Yoko Ono es una de las artistas más importantes de la segunda mitad del siglo XX, ya que a partir de sus múltiples innovaciones en diversos campos artísticos, amplió las fronteras del arte, dejando así un terreno fértil para las generaciones siguientes. Desde hace muchos años Yoko Ono vive con las luces y sombras de la fama y durante décadas fue acusada por muchos una bruja, responsable de separar a los Beatles. Esta mujer, artista y activista por la paz acaba de abrir una exposición en Nueva Delhi, India, el 12 de enero, en donde homenajeó a las mujeres indias.

Al escuchar el nombre de Yoko Ono se hace una relación inmediata con John Lennon. Sin embargo, Yoko conoció a Lennon en una galería donde ella exhibía su obra, cuando ya era una artista establecida, exploradora de lo irreverente, de lo conceptual y de la interpretación. A partir de su unión con Lennon, la carrera artística y pública de Yoko Ono sufrió una profunda transformación, convirtiéndose en una figura muy popular, valorada más por su relación con el músico que por su actividad artística, que quedó prácticamente oscurecida. El propio Lennon decía que Yoko era la "artista famosa más desconocida del mundo".

Yoko Ono jugó en la década de los sesenta y setenta -cuando todavía era minoritaria la presencia de la mujer en la vanguardia del arte contemporáneo- un papel protagonista y realmente influyente en la gestación y desarrollo de las tendencias más carismáticas del arte vanguardista de entonces: el arte conceptual y el movimiento Fluxus, en éste, la participación de las mujeres jugó un papel importante. Se puede afirmar que es la primera vez en la historia en la que la presencia activa de mujeres en el arte es tan amplia, teniendo además en cuenta la envergadura de sus propuestas. Sus trabajos no fueron únicamente paralelos a los de otros miembros del grupo liderado por el artista lituano George Maciunas, sino que en muchos casos supusieron las bases para el desarrollo posterior del Performance Art tal y como lo entendemos hoy, y desde luego fueron las primicias, en algunos de ellos, de lo que conocemos hoy como arte protofeminista.

Yoko Ono y el Fluxus

Los Chambers Concerts -también denominados Chambers Music Series- que son considerados hoy como el catalizador inicial más importante en la aglutinación de Fluxus , fueron organizados por Yoko Ono en el atico-apartamento de ésta en Chambers street, Nueva York. "Nací en Japón el 18 de febrero de 1933 en el seno de una familia acomodada, tras trasladarme a Nueva York en mi juventud, me adentré de inmediato en los círculos de vanguardia, especialmente en el grupo Fluxus, que aspiraban a romper las fronteras del arte, utilizando sonidos cotidianos y ampliando el campo perceptivo de los espectadores" (Yoko Ono).

Formación y obra

Yoko Ono recibió una educación musical desde pequeña, dando su primer concierto de piano a los cuatro años e incursionando en la ópera desde temprana edad. Su biografía artística la acredita como una mujer independiente, segura en sus principios éticos y estéticos, exploradora de los más variados procesos de creación y lenguajes expresivos -como compositora, cantante, poeta, performancera, creadora de películas y videos experimentales- en los que siempre ha rondado los límites y los ha transgredido sin miedo.

El diálogo, tanto con el espectador como con la obra en sí, es un elemento capital en la propuesta estética y reflexiva de Yoko Ono. Durante sus estudios universitarios Yoko fue contagiada por la ola de intelectualidad radical que se forjó tras la finalización de la segunda guerra mundial. Se vio influida por el marxismo y el existencialismo.

Su obra artística precisa para completarse de la participación del espectador, de su intervención. Un fuerte compromiso ético y estético con valores universales de paz, justicia y libertad ha sido expresado por la artista coherentemente, no sólo en las publicitadas acciones pacifistas realizadas con su difunto marido John Lennon contra las guerras de Vietnam y Corea, sino también en cada uno de los proyectos que ha emprendido hasta el día de hoy.

Dos emblemas


"Como en el movimiento Fluxus, mis acciones las impregné de mi concepción del mundo. Mi obra más conocida es la acción Cut Piece, o pieza para cortar, (1964), realizada por vez primera en Kyoto, Japón, y en el Carnegie Hall de Nueva York un año después. En la obra, yo me sentaba en el escenario, vestida, e invitaba a los espectadores a acercarse y a cortarme la ropa con unas tijeras" (Yoko-Ono). La artista asocia a este trabajo un lema muy importante para ella: "No quieres ser una víctima aunque intentan convertirte en víctima".

"A Hole" (2010) es otra de sus obras emblemáticas. Una frágil y, a su vez, violenta pieza, que consiste en una instalación de cristal, en el cual quedó marcado el impacto de una bala. Ono anima al espectador a tomar tanto la posición de agresor como de víctima, dependiendo de qué lado del cristal se encuentra. "Con ella quiero advertir de la violencia que hay en todo el mundo", dijo la artista conceptual e invitó al público a compartir su experiencia con la violencia. Quienes deseen participar de esta experiencia artística encontrarán en el piso superior de la exposición, una habitación solamente con sonrisas y es que las sonrisas de los visitantes se grabarán en un vídeo que podrá verse en la muestra como contrapartida de la violencia. En adición, la instalación muestra siete abrigos utilizados por gente en el momento en que les dispararon a quemarropa, así como una pared en la que las sombras de los espectadores se proyectan y se mezclan.

Deja de ser inadvertida

El nombre de Yoko Ono se perdió un poco en los medios de comunicación después de la muerte de Lennon en 1980. Cuando Lennon vivía, se interesaban en ella sólo por ser su esposa. Aunque siguió produciendo material vanguardista, este pasaba inadvertido, limitado al mundo artístico al que ella pertenecía. Hoy Yoko está empezando a disfrutar de su legado. En el 2006 se presentó en Italia para el lanzamiento de los olímpicos de invierno. En el 2007 encabezó el festival de música Pitchfork en Chicago. En el 2010 fue nombrada embajadora mundial contra el autismo.

En la Bienal de Venecia (2009) Yoko fue distinguida con un León de Oro por su trayectoria. La organización de la Bienal de Arte resaltó la labor artística de Ono como figura clave del arte de la segunda posguerra mundial y como pionera del arte conceptual.

La revista Art, la más importante de Europa, la entrevistó en Nueva York con motivo del galardón recibido y habló con ella exclusivamente sobre su carrera artística. En la entrevista Yoko se mostró especialmente conmovida por el hecho de que su trayectoria fuera distinguida después de 50 años con el León de Oro en la Bienal de Venecia y confesó estar sorprendida y contenta por el hecho de que no se mostrara temor a la hora de nombrarla ya que siempre fue tradición criticar su trabajo en el mundo del arte.

Durante varias décadas Yoko Ono, dice, que observó cómo sus colegas varones llamaban más la atención que ella con trabajos similares y cómo se propagaban numerosas mentiras sobre ella y su marido por todo el mundo."Si hubiera permitido que esas cosas me afectaran, me habrían matado", explica.

Es posible que la historia recuerde a Yoko Ono como una gran artista, osada y comprometida día a día con el tema de la paz, que construyó su propio legado más allá de John Lennon, el hombre que marcó su vida pero no la diluyó.

"Soy feminista porque soy una persona"

En cuanto a por qué en sus trabajos siempre hubo, desde el principio, un fuerte punto de vista feminista, Yoko Ono dijo: "Soy feminista porque soy una persona. Lo que te hacen debería consternarte. Muchas personas sólo son mitad persona porque tienen tanto miedo". Y agrega: "Hago todo esto para ser una persona completa".
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