Todos estamos muy contentos porque Paul McCartney se está presentando por estos días en el Distrito Federal con la gira Up and Coming Tour (27 y 28 de Mayo), y como los Rolling Stones, los fanáticos del rock and roll especulamos si será su última gira.
El buen "Macca" no parece tener ánimos de parar, por lo menos así lo muestra en sus conciertos del estadio Citi Field en Nueva York del año pasado, y los fanáticos ya seremos testigos de su grandeza una vez más en tierras mexicanas.
Hablar de Paul McCartney es apasionante y complicado, ya que si lo vemos desde la perspectiva Beatle, sencillamente era el músico más completo de los cuatro, pero este es sólo un valor complementario, ya que también era el creador de melodías sublimes cuyas letras contaban con un espectro emocional tan amplio que van desde la soledad, la desesperanza, la edad, pasando por el desamor, la Virgen María y las drogas duras, hasta la alegría de estar vivo y la belleza en los pequeños detalles.
McCartney al iniciar su carrera como solista le apostó por los sencillos que sabían que pegarían en las listas de popularidad, pero no por esto necesariamente malos, contando siempre con la calidad armoniosa tan característica de él.
Criticarlo por lo mismo pareció ser el ejercicio favorito de los puristas Beatles, pero en estos primeros discos encontramos maravillas como Ram (1971) o Band on the Run (1973), discos con canciones desafiantes y propositivas que muy pocos hubieran podido visualizar y mucho menos crearlas.
No se puede negar el bache creativo en el que cayó por varios años posterior a sus primeros discos de solista (o con los Wings), ya que el talento siempre lo tuvo, pero parecía componer ya sin rabia, espíritu y fuerza, como si ya no lo motivara más que el afán de componer canciones exitosas, el más grande pecado musical de su vida.
Tras la reunión con Ringo y George a mediado de los años 90 para el proyecto de Anthology, sale a la luz un disco hermoso, Flaming Pie (1997), con un McCartney emotivo, que sólo le importaba componer para sí mismo, acerca de su familia y su sentir hacia la vida.
A partir de aquí comenzó una nueva etapa creativa que no vislumbra algún bache cercano, al contrario, cada vez se muestra más creativo con un pop sencillo, ecléctico y sublime, que ya nada tiene que ver con crear sencillos de éxito, sino piezas musicales para la vida y la música, como si fuera un Abbey Road, como si fuera un Album Blanco. Honor al buen Macca, a Sir Paul McCartney.
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