23 mayo, 2010
Los Beatles en los EE.UU.
¿Cómo cambió la música el
7 de febrero de 1964?
Antes de los Beatles, la música popular británica había realizado incursiones ocasionales dentro de la lista de éxitos de los Estados Unidos. Vera Lynn, The Tornadoes y Acker Bilk habían logrado éxitos excepcionales. Aunque durante por lo menos cuatro décadas antes de la supremacía de los Beatles a principios de 1960, el tráfico musical se dirigía en su totalidad fundamentalmente hacia el este.
Todo cambió el 7 de febrero de 1964, 40 años antes del día anterior al concierto inaugural.
Cuando el vuelo 101 de PanAm aterrizó en Nueva York ese día con los Beatles a bordo, miles de admiradores se encontraban allí gritando para darles la bienvenida. Esto sorprendió enormemente a Paul McCartney, quien entonces tenía 21 años. Durante ese vuelo histórico, él había preguntado a un reportero: “¿Para qué nos necesitan los estadounidenses? ¿Qué podemos ofrecerles que aún no tengan?”
(Los comentaristas culturales estadounidenses indicaron que apenas dos meses después del deceso del Presidente Kennedy, los Beatles proporcionaron el tipo preciso de leve alivio que los Estados Unidos necesitaban.)
Dos días más tarde, los Beatles realizaron su debut en la televisión estadounidense presentándose en The Ed Sullivan Show. 73 millones de personas los miraban: en aquel momento, ésa era la audiencia más grande en la historia de la televisión. Lindos como cachorrillos, rebosantes de encanto y confianza en sí mismos, los Fabulosos Cuatro cautivaron a los Estados Unidos de manera repentina.
A medida que los Beatles guiaban el camino, el resto de la invasión británica se acercaba también. Con el despertar de los Fabulosos aparecieron los Rolling Stones, los Animals, The Who, los Yardbirds... y tantos otros. Irónicamente, lo más importante que estos británicos llevaban a los Estados Unidos era autenticidad musical.
Los Beatles habían crecido juntos con el rock’n’roll. Tanto Elvis Presley como Buddy Holly, Eddie Cochran, Gene Vincent, Little Richard y Carl Perkins poseían un espacio importante en las colecciones de los discos de los adolescentes John, Paul, George y Ringo. Pero en el momento en que los cuatro de Liverpool llegaron a los Estados Unidos, el hogar de sus héroes musicales, los consumidores de discos del lugar se habían olvidado de los gigantes del rock'n'roll. En cambio, después de que Elvis fuera dado de baja por el ejército en 1960, los Estados Unidos sobrevivían con una desabrida dieta de ídolos pop preempaquetados de producción casera. Lo irónico fue que estos jóvenes británicos se encontraban en ese momento más familiarizados con el blues, el R&B, el soul y el rock’n’roll estadounidenses que la mayoría de sus admiradores a lo largo de ese país.
En 1964, los Estados Unidos se llevaron a los Beatles al corazón. Aún 40 años más tarde, esa relación amorosa no muestra signos de apagarse. El grupo ha obtenido más sencillos y álbumes Número Uno allí que cualquier otra actuación desde entonces. En una ocasión, poco tiempo después de su llegada en 1964, los Beatles ocuparon los 5 primeros lugares del American Hit Parade, una hazaña nunca repetida otra vez y que probablemente nunca lo sea. 'Can't Buy Me Love' obtuvo la mayor venta previa a su lanzamiento que cualquier otro sencillo en la historia, con más de dos millones de copias. Y el 11 de abril de 1964, los Beatles ocuparon sorprendentes 14 lugares en el American Hot 100, un récord más que nunca será igualado. Continúan siendo la banda británica de más éxito de todos los tiempos.
Por supuesto, desde Slade hasta Coldplay, todos han intentado emular el éxito de los Beatles en los Estados Unidos. Nadie siquiera se ha acercado, a pesar de que Coldplay obtuvo el Disco del Año en la Edición 46 de los premios Grammy a principios de febrero de 2004. Fue la pionera e innovadora música de los Beatles lo que cautivó inicialmente a los estadounidenses, aunque también encontraron algo irresistible en su imagen, talento y actitud. Fue la química de los Beatles la llama que iluminó a los Estados Unidos 40 años atrás. Aquellas llamas continúan ardiendo aún.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario