
El artista británico recibe de manos de Obama el galardón.
4 de junio de 2010
Sólo le faltó ponerse a dar saltitos de alegría porque está Paul McCartney que no se lo cree. Ayer recibió de manos del mismísimo presidente de los Estados Unidos un reconocimiento a su carrera. No será el primero que le den, pero éste le ha hecho especial ilusión.
La Biblioteca del Congreso otorgó al ex Beatle el Premio Gershwin para la canción popular, que reconoce «a los músicos cuyas carreras promueven la canción como un vehículo de expresión artística y cultural».
Ya lo tienen Paul Simon y Stevie Wonder y ahora un artista no estadounidense. «Para un niño británico que creció en Liverpool, la Casa Blanca es algo bastante especial», se arrancó tímidamente.
Cuando se acercó Obama con la cajita McCartney como que engordó dos tallas de lo ancho que se veía. «Sólo haber recibido este premio habría sido lo suficientemente bueno. ¡Pero recibirlo de este presidente! Estoy nervioso, soy fan de Obama», terminó por confesar en público.
Todavía en el estrado, con el premio en la mano, a punto estuvo de quedarse sin habla. «¿Tengo que decir algo? Diré algo ¡Es fantástico estar aquí!». «¿Qué le parece el presidente Barack Obama?», preguntó uno de los periodistas. «Es un gran tipo, así que... ¡déjenle en paz! Está haciendo un gran trabajo», soltó el artista británico.
Luego fue a lo suyo, a cantar sobre el escenario, y puso en danza y a dar palmas a toda la familia Obama. Hasta pidió permiso al presidente para dedicarle a su mujer el tema titulado 'Michelle'. Se lo dio, claro.
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