Mario Olguín, el ‘John Lennon’ del grupo tributo, envió propuesta formal para tener al ex Beatle solo con su guitarra en un recinto pequeño y con precios muy exclusivos, sólo para ultra fanáticos. Por mientras, organizan charter para ir a verlo a Argentina.
La ausencia de Chile en el recorrido sudamericano del tour mundial de Paul McCartney, que pasará en noviembre por la región, cayó como un balde de agua fría para las miles de personas que se habían ilusionado con ver en vivo al legendario músico. Uno de los que terminaron pateando lo que tenían más cercano fue Mario Olguín, cantante y director del grupo Beatlemanía, que durante muchos años lleva tributando a los cuatro de Liverpool. “Una lata.
Yo lo he visto 4 veces en Europa y Chile, estoy curado de espanto, pero hay toda una generación joven que no lo pudo ver. Pudo haberse hecho algo. Es un asunto cultural, esta es la música clásica del siglo XXI”, reflexiona. Por eso no se quedó de brazos cruzados y usando la plataforma de exposición que tiene su trabajo con Beatlemanía, está organizando un vuelo charter para ir a Buenos Aires, ver a Sir Paul en el estadio de River y volver, todo por 395 dólares.
La idea, cuenta, es “facilitar el trámite a la gente, hay más de 700 personas que quieren ir sí o sí, ni siquiera consultan, lo que dicen es ‘dime dónde hay que depositar’. Ahora, el vuelo es para unas 120, así que van a quedar todo el resto fuera”. Para eso, están recibiendo interesados en club@beatles.cl y se pueden comprar máximo cuatro por persona.
No se detiene ahí la apuesta beatlemaníaca. Olguín se aburrió de estar dependiendo de otros y “ayer ofrecí a la productora en Argentina (T4F Argentina) traer a Paul McCartney solo, con su guitarra y nada más, por un millón de dólares”. Tal como se lee. Mandó una carta formal con la propuesta y aunque no ha tenido respuesta, se tiene fe: “Si me dicen que sí, los junto. Hay compadres gastando hasta 800 lucas para ir a verlo afuera, entonces qué va a preferir la gente. Mejor organizarse y traer a McCartney en un concierto privado, a un recinto como el Teatro Oriente, el Teatro Nescafé, sin el escenario, sin los músicos… a nadie le interesan los músicos, la cosa es verlo a él”. Por lo exclusivo de las condiciones, las entradas al eventual show se empinarían por sobre los 300 o 400 mil pesos, pero “hay gente dispuesta a vender el auto para ver a McCartney”, dice Olguín.
El ‘John Lennon’ de Beatlemanía culpa además a los productores chilenos de ser “limitados mentalmente, no tienen el ‘gen Beatle’, el feeling Beatle, para ellos es el negocio, no más. Lo lamento por la gente. Imagina que fuera 1870, viene Mozart con 70 años y es la única posibilidad. Es una cuestión de ese nivel. Es el músico más importante de música popular junto a Lennon, no conozco a nadie que le haga el peso. Y no lo traen a Chile, por eso la gente se volvió loca”.
Por eso, “haré todo lo posible y me la voy a jugar por un concierto privado”, concluye. Su sueño no se remite a la urgencia de su próximo paso por la región así que no tiene plazo definido para concretarlo: “Me puedo dar un año para traerlo. Si sale ahora, feliz, pero si no, cuando sea”.
LA GIRA LA ROMPE
Las entradas para ver a McCartney en Argentina el 10 de noviembre se pusieron a la venta el martes y ya se están acabando, según reportan los medios de ese país. Durante la tarde del jueves, además, se confirmó una nueva fecha, al día siguiente, el 11, en el mismo lugar.
Las entradas para ver a McCartney en Argentina el 10 de noviembre se pusieron a la venta el martes y ya se están acabando, según reportan los medios de ese país. Durante la tarde del jueves, además, se confirmó una nueva fecha, al día siguiente, el 11, en el mismo lugar.
El autor de “Yesterday” ha tocado para más de medio millón de personas en pocos meses, en su “Up and coming tour”, el que lo ha llevado por Norteamérica, Inglaterra y ahora Sudamérica. Son casi tres horas de show, incluyendo los temas más destacados de su trayectoria con The Beatles, con los Wings y como solista.
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