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A 70 años de su nacimiento recuerdan al músico revolucionario.
Si con Los Beatles, el cantante, músico y compositor británico cosechó grandes éxitos y consiguió millones de admiradores, durante su época de solista dio paso a un período transformador de inspiración —limitado durante su participación en el cuarteto—, en el cual pregonó su mensaje de amor y paz y desnudó por completo la rebeldía que siempre le caracterizó.
Paul McCartney era el apuesto romántico, George Harrison, el serio, y Ringo Starr, el gracioso de la banda. Lennon, por su parte, ejercía de rebelde con inquietudes y era sin duda el más incisivo, el más comprometido y el de mayor talento.
Las piezas de Los Beatles, compuestas en su mayor parte por John y Paul, se caracterizaban por los hallazgos melódicos y armónicos, dentro de lo que se conoce como el “sonido Liverpool”, ciudad donde se conocieron.
Fue una de las parejas de compositores más influyentes y exitosas del siglo XX, que escribió algunas de las canciones más populares de la historia del rock and roll.
La segunda esposa de Lennon, la artista japonesa Yoko Ono, recuerda a su marido como un compositor prolífico —tenía un piano en cada habitación porque la inspiración podía llegar en cualquier momento— y muy perfeccionista, ya que nunca estaba conforme con lo que hacía.
Pacifista
Para Lennon, la década de 1970 iba a ser de una enorme vitalidad, luego de la separación de Los Beatles. Por un lado, se convirtió en un activista del pacifismo, con campañas políticas, manifestaciones y conciertos. Por otro, su evolución artística no hizo esperar al compromiso de expresar sus propias ideas.
Su éxito indiscutible fue Imagine (Imagina), un elepé intensamente personal, que contenía la canción del mismo nombre cuyo utópico texto llegaría a ser todo un manifiesto pacifista en aquella década conflictiva.
John desaparecería en 1975 totalmente de la vida pública y se dedicaría a la vida familiar. Cinco años después, en 1980, saldría de su enclaustro con el álbum Double Fantasy, que rompió récord de ventas y que se convertiría en su inesperada despedida musical del mundo.
Ese mismo año, las balas asesinas de un adorador perturbado terminaron con su vida y lo convirtieron, si es que aún no lo era, en un dios de la modernidad.
El escritor estadounidense Norman Mailer afirmó tras la tragedia: “Hemos perdido a un genio del espíritu”. Como reacción inmediata a la muerte de Lennon, sus seguidores llevaron póstumamente Imagine al número uno de las listas.
Nunca un número inmensurable de personas había llorado tanto al escuchar una canción, que aún resuena en los corazones y las mentes de los aficionados de todo el mundo. El 8 de diciembre próximo lo más seguro es que con esa melodía también recuerden los 30 años del fallecimiento de su ídolo.
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