El Gobierno de la Ciudad no admitirá por ahora público parado en los recitales de rock en el estadio de River. El motivo es que no se ha conseguido amortiguar de maneras satisfactoria las vibraciones que producen los saltos de la gente al ritmo de la música (el llamado “pogo”) , que afectan a los edificios del barrio y molestan a los vecinos.
El anuncio lo hizo ayer el ministro porteño de Ambiente y Espacio Público, Diego Santilli, y es el resultado de una prueba que se efectuó con la participación de 200 “pogueros”, especialmente convocados para la ocasión.
Ese día se probaron siete tipos distintos de cobertores para el piso, mientras los jóvenes saltaban. “Los que dieron mejor respuesta fueron las alfombras de césped sintético y el cubreplast, el plástico que suele utilizarse en este tipo de eventos, pero con amortiguadores de 15 libras de presión. Estos dos elementos redujeron hasta un 41 por ciento las vibraciones . No es suficiente, pero es un avance importante y seguimos trabajando en ese sentido”, dijo Santilli.
Según el funcionario, la prueba realizada sirvió para que a partir de ahora “los técnicos puedan seguir trabajando” en otro tipo de cobertor de suelo que mitigue con mayor efectividad las vibraciones. De esta manera, dejó abierta la posibilidad de que en el futuro pueda autorizarse la venta de entradas para gente parada en el campo de juego.
De acuerdo a un estudio realizado por la Facultad de Ingeniería de la UBA –hace casi un año en recitales de AC/DC y Metallica– las vibraciones que se generan pueden sentirse en un radio de hasta 3 kilómetros de la cancha de River, especialmente en los edificios de más de 10 pisos. De todas maneras, se determinó que esas vibraciones no afectan las estructuras de las construcciones.
El estudio se realizó después de que vecinos de Belgrano y Núñez hicieran varias presentaciones judiciales reclamando que no continuaran los recitales.
Los próximos recitales programados en River son los de Jonas Brothers (el 13 de noviembre) y Paul McCartney, durante la primera quincena del mismo mes.
Hay otros estadios de fútbol en los cuales el Gobierno de la Ciudad sí autoriza que se vendan entradas para público parado en el campo, como el de Vélez y el de Boca.
“Estamos analizando cada caso. Vélez y Boca tienen una situación desigual a River.
Son diferentes los estadios y son diferentes los recitales.
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