21 noviembre, 2010

Entrevista a Diego Pérez, el John Lennon de The Beats “Cuando se abre el telón ya no somos nosotros, somos ellos”

 
Por un poco más de dos horas cientos de salteños viajarán en el tiempo, al menos a través de la imaginación, cuando Patricio y Diego Pérez, Eloy Fernández, Martín Alvarez Pizzo y Esteban Zanardi se pongan en la piel de Los Beatles. El encuentro de The Beats con el público de la provincia se realizará esta noche, a partir de las 21, en el Teatro Provincial (Zuviría 70).
No hará falta cerrar los ojos para imaginar que John, Ringo, Paul y George están ahí, porque incluso el parecido físico es asombroso.
La propuesta de ésta, la mejor banda beat del mundo, excede lo musical. Durante el espectáculo se teatralizarán algunos momentos de la carrera de los artistas británicos. Los músicos, además, utilizarán parte del vestuario e instrumentos originales que usaron Los Beatles en sus famosas presentaciones. Este viaje incluirá un paseo por cada época: la hippie y la más psicodélica. No se diga más, que comience el viaje.


¿Cómo es este nuevo espectáculo que han sacado de gira?

Tenemos muchas expectativas con “Irrepetible”, el show que venimos presentando con mucho éxito desde mayo. Tuvimos la suerte de llevarlo también a Brasil y a otros lugares de Latinoamérica. Como todos los años, en cada espectáculo renovamos el vestuario, el repertorio, la puesta en escena y las sorpresas, para que en las dos horas que dura el show esté representada la historia de Los Beatles, también a nivel teatral. Es la tercera vez que venimos a Salta, el público siempre nos recibe de una manera muy cálida; tenemos los mejores recuerdos del espectáculo que hicimos en 2009. Estamos convencidos de que la magia va a volver a estar presente esta noche.

A cada una de sus presentaciones llevan parte del vestuario y los instrumentos originales que usaron Los Beatles. ¿Cómo fueron adquiriendo esas cosas?

Es un trabajo casi arqueológico. Los fuimos juntando en estos 22 años del grupo. Nos ha tocado la suerte de viajar por muchos países, como Estados Unidos y Japón, donde hemos ido comprando algunas cosas que ya forman parte de nuestra colección. Tenemos más de 30 guitarras que usamos en gran parte para nuestros espectáculos. Por ejemplo, en “Irrepetible” tenemos diez cambios de vestuario y por cada uno hacemos, también, cambio de instrumentos.

Sos uno de los fundadores de The Beats. ¿Cómo fue que pasaste de ser un aficionado de los cuatro de Liverpool a ser el líder de la mejor banda beat del mundo?

La verdad es que fue algo que se dio armónicamente. Yo fui fanático de Los Beatles desde muy chico y a partir de ese momento empecé a tocar la guitarra y a cantar. Luego empezó a formarse el grupo y comenzamos a soñar con representar la historia del grupo desde lo musical y lo teatral, hasta que en 1996 fuimos elegidos la mejor banda beat del mundo en Inglaterra. Allí nuestra carrera se proyectó a nivel internacional de una manera impresionante y, por supuesto, en nuestro país, aquí en casa, donde año a año el recibimiento del público es espectacular. Eso nos da la responsabilidad de querer mejorar día a día. Pensá que la de Los Beatles es una historia ya hecha y es una música que duró ocho años. Entonces nosotros tenemos que trabajar sobre eso.

Ustedes llevan ya más años de carrera que los que recorrieron Los Beatles... ¿Cómo logran reinventarse sobre el escenario?

Es algo muy complejo. Aunque hay homenajes a John Lennon y a George Harrison, que siempre están porque la gente quiere oírlos, cuando armamos los espectáculos tratamos de pensar en ideas innovadoras que salen de nosotros. A veces, miramos una foto que nos impacta y esa imagen resulta el disparador de un show.

Encarnás a John Lennon. A partir de lo que conocés de él, ¿en qué se parecen?

Nosotros, cada uno de los que integramos The Beats, cuando subimos al escenario, nos metemos en la piel del personaje. No es que sólo cantamos la canción, sino que además nos ponemos en papel. Creo que hay cierto parecido físico, que es algo natural. Es lo que hay (risas), pero tampoco somos exactos. Tratamos de caracterizarnos para cada época del grupo. Los Beatles tuvieron varios looks: el pelo más corto o más largo, la era hippie, el bigote, la barba... También hay similitudes en lo vocal, que salieron naturalmente.

¿Y en rasgos de la personalidad?

Obviamente hay mucho de la influencia del personaje en mi vida personal. Tengo mi propia vida, pero a la hora de meterme en el personaje siempre trato de manejar el ángel que él tenía y que era un ingrediente fuerte de su personalidad.

Como grupo, ¿qué admiraban de Los Beatles, más allá de lo musical?

Creo que todo. Para mí hay muchísimos músicos que han signado musicalmente el siglo XX pero, sin dudas, Los Beatles han sido los que cambiaron la música, porque han pasado por todos los géneros, desde el beat más básico del principio hasta la música más psicodélica y más heavy después. Creo que provocaron una revolución cultural, desde la moda y desde otros ángulos. Eso es algo irrepetible. No creo que volvamos a presenciar un cambio como el que ellos generaron.

Leí que son muy detallistas y muy exigentes con ustedes mismos. ¿Alguna vez eso se les vuelve en contra o creés que, por el contrario, ésa es una fortaleza del grupo?

Creo que el que sabe ver el detalle aprecia mucho que uno se haya preocupado por cosas que, a veces, son mínimas. Pero, en realidad, lo hacemos más que nada por nosotros. A veces nos acordamos de que en tal conferencia de prensa Paul McCartney tenía tal camisa. Entonces, si nosotros en nuestro espectáculo vamos a hacer algo de esa época, tratamos de usar una camisa similar. El público más general aprecia otras cosas, nosotros disfrutamos mucho de esas pequeñas cosas.

Además, son muy respetuosos con lo que hacen. ¿Les costó que el público entendiera que, más allá de imitar a Los Beatles, ustedes también sienten esa música y también la hacen de manera profesional?


Claro, un poco ése es el mensaje que queremos dar. Han pasado muchas cosas en los últimos años y creo que es muy fácil caer en lo ridículo, cuando uno trata de emular a un personaje. Además, hay mucha imitación cómica que termina siendo grotesca. Creo que, por eso, siempre hacemos un punto y aparte para decir: “Esto es un homenaje a The Beatles”. Creo que también es nuestra idea que llegue a la gente para jugar a un juego muy serio que es el de la magia y la emoción y de creer que, en esas dos horas, Los Beatles están allí.

Ustedes, como muchas personas de su público, ¿sienten que pasa algo mágico cuando suben al escenario o al final, en la parte de los aplausos?

Yo creo que cuando termina un show y la gente nos ovaciona, se ha cumplido el objetivo. Subimos al escenario y cuando se abre el telón ya no somos nosotros, somos ellos. Eso es mágico. Estamos metidos en un papel desde lo actoral, que se refleja en los gestos y los movimientos. Creo, además, que no somos sólo un medio para llevar música de Los Beatles a la gente, también hay algo nuestro y de nuestra alma que llega al corazón del público y que se transmite porque antes nos emocionó a nosotros.

Si tuvieran la posibilidad de viajar en el tiempo y tocar un tema con ellos, ¿cuál sería?

Creo que dejaríamos que elijan ellos (risas). Es más, aunque canten solos y nosotros nos quedemos sentados mirando, estaría buenísimo. Quizá para que interactuáramos los ocho tendría que ser una de Abbey Road. Pero, insisto, la que ellos elijan sería perfecta para nosotros (risas).

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