18 octubre, 2010

Primera subasta de objetos de los Beatles en Argentina recaudó 500 mil dólares

La pieza más codiciada fue un bajo Conrad de Paul McCartney, el cual fue vendido a 35,200 dólares

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Además del bajo Conrad de McCartney, los objetos más pretendidos fueron cuatro fotos originales del "Album Blanco" (1968)
 
Un bajo Conrad de Paul McCartney vendido a 35 mil 200 dólares fue la pieza más codiciada de la subasta con objetos de Los Beatles en Buenos Aires que recaudó US$500 mil.


Se trata del primer remate realizado en Argentina que incluyó desde el bajo autografiado por McCartney hasta un dibujo de John Lennon, vendido en US$12,800, según indican hoy medios locales.

El éxito fue mayor del esperado para los organizadores, que habían valuado al conjunto de objetos en 1,2 millones de pesos y finalmente las ventas totalizaron casi los dos millones de pesos (unos US$500.000 ).
A su vez, la primera subasta de objetos de los Beatles en la Argentina despertó el interés de unos 500 coleccionistas y fanáticos del cuarteto de Liverpool que en la noche de viernes participaron del remate.

Entre los objetos más pretendidos también estuvieron cuatro fotos originales del “Álbum Blanco” (1968) autografiadas, figuras de los integrantes de la banda realizadas en tamaño casi real, una réplica del Rolls-Royce que perteneció a John Lennon, un fotograma original del dibujo animado “Yellow Submarine” (1968), discos de oro, posters y colecciones de fotos.

OBJETOS ERAN DE MAYOR COLECCIONISTA EN SUDAMÉRICA

Los objetos formaban parte de la colección privada del argentino Raúl Blisniuk, de 58 años, quien ingresó al Libro Guiness de los récords en 1998 como el mayor coleccionista de Los Beatles en Sudamérica, con alrededor de 10,000 objetos.

Blisniuk, que tardó unos 40 años en reunir todas las piezas, reveló que decidió desprenderse de su colección un día en el que sintió que “había cumplido una etapa”.

“Pensaba en esos objetos que me faltaron, que ya no voy a conseguir. Y ahí se me ocurrió que estaría bueno que otros disfruten en su casa de un pedacito de la historia de Los Beatles. Cuando yo no esté, alguien va a rematar todo esto. Entonces prefiero hacerlo yo: al cajón no me los voy a poder llevar”, explicó.
 

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