Al crecer, no puedo recordar un día en el cual alguien no me haya contado una anécdota de él. Están aquellos que lo conocieron bien pero la gran mayoría nunca lo conoció. Todos hablaron de él como si lo hubieran conocido y, de hecho, así fue.
Mi padre había tocado las vidas de un planeta entero pero también le había dado forma al mundo que me rodeó y había entrado dentro de lo más profundo y privado de la psique humana. El no me pertenecía, nunca me perteneció… le perteneció a todos.
Mi única oportunidad de tener una relación con mi padre fue el volverme un músico. Recuerdo la primera vez que pude tocar una canción en piano.
Fue o Imagine o Yellow Submarine. Tenía yo 6 años y, por primera vez desde su fallecimiento, fue como si él estuviera ahí conmigo nuevamente.
A partir de ese momento, cada acorde aprendido, cada nuevo instrumento que toqué y, a la larga, cada nueva canción que compuse me hizo sentir más cerca de él de alguna forma. Hasta este día, la única razón por la cual toco música es por conocerlo.
Es el único medio de conexión que tengo con él.
En mi adolescencia, mientras mejoraba mi habilidad musical, empecé a entender la enormidad de lo que mi padre logró como compositor y letrista así como figura cultural y política. Para cuando cumplí 15 años ya sabía virtualmente cualquier canción de The Beatles, nota por nota, voz por voz, palabra por palabra. Estudiar sus composiciones de manera detallada fue otra oportunidad de conocerlo y su repertorio es actualmente una parte innata de mi vocabulario musical. Aprender el lenguaje Lennon me ha permitido abrazar a mi padre de cerca en todo momento, dentro de mis oídos, mis cabeza y mi corazón.
Me doy cuenta de que lo que he dicho es cierto para la mayoría de los músicos y no músicos actuales. Y ahora que soy un poco mayor, veo que mis experiencias al tratar de tener conexión con mi padre me han conectado con el mundo entero. Soy parte de la familia global que va más allá de los materiales de carne y hueso.
La música que él creó y los principios que promovió han permeado la tela de nuestra sociedad. Me siento muy honrado de poder llamar a John Lennon mi padre y gustosamente lo comparto tanto con las generaciones anteriores como con las generaciones futuras.
Sean Lennon
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