17 mayo, 2012

Demostró Paul McCartney la Vigencia de la Música Beatle

Como lo había comentado antes, yo tenía la intención de ser testigo, a través del internet, de este acontecimiento para nosotros, los amantes de la buena música, unos buenos conciertos del último Beatle que sigue en la batalla musical, y claro que no me defraudó.

Aproximadamente a las 21:05 salio al escenario Sir Paul vistiendo un saco color rojo, y sin más empezó a entonar "Hello Goodbye", ante más de 90 mil seguidores concentrados en la plancha de la plaza de la Constitución, aunque en realidad, contando los que llenaron todas las calles aledañas y más allá, se llegó a la cifra récord de 200 mil, sólo los que tuvieron de escicharlo en vivo, porque no todos lo pudieron ver, debido a tanta gente.

Se imaginan entonces lo que fue a través de la inernet, no, es algo que ningún oro artista llamado "moderno", del país que quieran, puede hacer. Paul colapso con cada una de sus canciones a todas las personas que tuvimos la oportunidad de verlo y escucharlo, aunque sea por internet, como yo.
Entre más de 30 melodías destacaron sus éxitos de los Beatles como "And I love Her", "Let It Be", y "Night Before", pasando por sus éxitos como solista y como integrante y líder del grupo Wings. Dentro de las canciones que más destacaron fueron Obla Di Obla Da, la cual contó con el acompañamiento del mariachi Gama 1000, dicho éxito rompió con una .

Pero sin duda "Live And Let Die" fue el trofeo del inglés, ya que entre notas y guitarras afinadas para rock and roll se hicieron cómplices de la euforia y adrenalina de los presentes los fuegos artificiales que salieron del escenario y de las rejas que resguardan la Catedral Metropolitana.

Pero ya sin mucho apasionamiento, vayamos por partes: El zócalo capitalino en sus últimos años ha sido un escenario de divisiones: quienes van o no al grito de independencia, quienes apoyan el mitin de un político y quienes no, quienes protestan y quienes no lo hacen. Paul McCartney cambió la realidad de la plaza principal de México y la convirtió en un lugar de unión, donde las más de 100 mil personas ahí reunidas, entonaron en una sola voz himnos de amor, alegría, amistad, respeto y paz.

McCartney apareció en el escenario en punto de las 21.04 horas, después de mostrar en los pantallas verticales que enmarcaban el escenario un collage con las imágenes de su vida. Saco rojo, camisa rosa a cuello blanco y pantalón negro, levantó el puño en señal de victoria y de inmediato dio la primera sorpresa de la noche, abriendo la velada con "Hello, goodbye", haciendo la apertura del Zócalo distinta a la Guadalajara y la del Estadio Azteca.

Un impresionante juego de luces, y una pared de sonido inquebrantable fueron el respaldo de McCartney en el mágico momento. Después el exbeatle se apegó a la lista de canciones que han protagonizado la gira On the run. "Junior"s farm" demostró la potencia de su guitarra, y antes de desatar la locura con "All my lovin", le dio su lugar a las madres mexicanas en su día.

"Buenas noches México, hola D.F. Estamos muy contentos de estar aquí en el día de las madres",
fueron las primeras palabras del músico a los miles de mexicanos en el Zócalo. Paul lucia visiblemente de bien. Jugó con su audiencia, incluso puso los acordes para que los mexicanos le cantaran el ya tradicional "Ole, ole, ole, Sir Paul, Sir Paul".

El carisma de McCartney convertían sus frases en un momento nuevo y emocionante

"Muchas gracias. Esta noche voy a tratar de hablar un poco de español y un poquito de inglés",


Vinieron "Drive my car" y "Sing the changes", para sorprender con nuevas palabras en español

 "Es muy emocionante estar juntos en este concierto gratuito en el Zócalo",
 dijo, haciendo que las muchas horas de espera de aquellos más cercanos al escenario valieran la pena. McCartney continuó casi coreográficamente su show: se quitó el saco, mostró los tirantes negros y cambió de guitarra, todo para que empezara con "The night before".

Una de las guitarras de Paul con más de 40 años de edad fue la protagonista en "Paperback writer".

Llegó el turno del piano con la melodía de "The Long and Winding Road", y entonces la plancha del Zócalo se convirtió en un cielo muy estrellado gracias a los encendedores en los más adultos y luces multicolores de celulares de las nuevas generaciones que se han sumado a la lista de fans de McCartney.

"Esto va para los fans de los Wings", fue la introducción para "Nineteen Hundred and Eighty-Five", uno de los temas emblemáticos del grupo que forma parte de la historia de la leyenda británica.

Una de las partes más personales del concierto dio comienzo con "My valentine"

"Esta canción la escribí para mi preciosa mujer Nancy" compartió McCartney a su audiencia y los invitó a ver los videos del tema protagonizados por Natalie Portman y Johnny Depp.

 La dedicatoria a su otro amor, Linda, vino de inmediato y "Maybe I"m Amazed", llevó el romanticismo hasta su punto más alto.

Mientras tanto en el área del sonido, Nancy, su actual esposa, emocionada cantaba el tema.
"Esta rola, es especialmente para las mamacitas", dijo en un claro español para dedicar "Hope of deliverence", y el primer coro masivo llegó con "And I love her". La luna que no apareció en el cielo de la ciudad, si lo hizo en la pantalla gigante del largo del escenario para ilustrar "Blackbird".

"Esta canción fue escrita para mi gran amigo John" dijo Paul antes de interpretar "Here today". El público gritó a la memoria de Lennon, y McCartney hizo lo propio "Estoy con ustedes, ¡yeah!", y continuó el homenaje al inolvidable Beatle.

La solemnidad quedo atrás cuando McCartney gritó "¡Viva México cabrones!", marco perfecto para su siguiente melodía "La siguiente canción es una que quiero que canten, y para ello quiero invitar a unos amigos". Entonces el mariachi apareció para acompañar al músico en "Ob-La-Di, Ob-La-Da".

El cierre del concierto fue una colección de grandes momentos: del derroche de fuegos artificiales en "Live and let die", miles de manos con el símbolo de amor y paz al ritmo de "Hey jude", las imágenes de Lady Di y Frida Kahlo en "Lady Madonna", la potencia de "Get Back" o el regreso de McCartney al escenario ondeando una enorme bandera de México a lado de una de Inglaterra.

"Es hora de partir, nos tenemos que ir. Es nuestra última noche, les queremos dar las gracias por ser una grandiosa y gran audiencia, son simplemente los mejores. Han estado fantásticos, los amo. ¡Adiós México, nos vemos a la próxima", fueron las palabras finales de Paul McCartney tras "The end", dejando la posibilidad de un reencuentro con un público que se entregó por completo a la leyenda.
Para nosotros, sus fans que hemos seguido su trayectoria, la magia continúa, Paul se ha ido físicamente de nuestras queridas tierras mexicanas pero nos ha dejado satisfechos y muy agradecidos, los conciertos era algo que esperábamos desde hace mucho tiempo, The Beatles están impregnados en las vidas, en los contextos, en los corazones de todos y cada uno de los beatlemanos de México y del mundo.

Poder verlo, escucharlo, ver su actuación, oír sus palabras, o el simple hecho de saber que dormía en el mismo país, fue algo impactante, jamás lo olvidaremos. Hay un extraño sentimiento en el ambiente, la ciudad de México ahora no es la misma, Paul ha venido, no se ha ido aún, tal vez no se vaya jamás.

fuente:
http://primerplanoweb.com.mx/index.php/editoriales/columnas-y-articulos/julio-antonio-rojas-r/945-jul1705

Por Julio Antonio Rojas Rodríguez
 leyó con gracia, para después interpretar "Jet" y continuar con el discurso." Muchas gracias chilangos. Es muy cool, muy especial lo que está pasando aquí, me quiero dar un espacio para disfrutarlo", el músico de 69 años se cruzó de brazos, y con la gracia de un niño, miró con complicidad a sus fanáticos.

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