La mayor aspiración de cualquier agrupación musical es forjarse una identidad.
Dicha identidad es resultado de la confluencia de los talentos de sus integrantes, en el entendido de que cada quien posee habilidades y cualidades distintas.
Así, la suma de las partes, aunque parezca redundante, genera el todo, que es de donde emana la identidad del grupo.
Sin embargo, es inevitable que alguno o varios de los integrantes se conviertan en líderes o bien, figuras emblemáticas de la agrupación, de manera que a ésta se le identifica a partir de ellos. Ha sido el caso, por ejemplo, de Freddie Mercury en Queen, de Steven Tyler en Aerosmith, de Mick Jagger en The Rolling Stones, y de Jim Morrison en The Doors, por citar algunos casos.
En el caso de George Harrison, primero fue The Beatles, la agrupación a la que dio vida John Lennon y donde la mancuerna que forjó con Paul McCartney produjo la mayor parte de los número 1 que les dieron fama mundial. De hecho, de los 27 número 1 en la historia de The Beatles, sólo uno de ellos fue obra de George Harrison: Something.1
Ello, sin embargo, no significa que Harrison haya sido menos talentoso que Lennon y/o McCartney. De hecho, ambos divos consideraban que Something era la mejor creación de Harrison, e inclusive, de lo más valioso que The Beatlespodía ofrecer. Además, detrás de Yesterday, escrita por McCartney, Something es la segunda canción de The Beatlescon más covers.
Por lo tanto, en el caso de Harrison, aplica perfectamente aquella frase: de lo bueno, poco. Con The Beatles sólo grabó un puñado de canciones, pero dejó huella. Su carrera en solitario tuvo altibajos, aunque no debe sorprender que fue el primer escarabajo en grabar como solista, posiblemente para quitarse de encima la enorme presión y protagonismo de Lennon y McCartney.
Empero, es verdad, y así lo comenta Jordi Soler, que tanto en su etapa Beatle como tras su “independencia” del grupo, Harrison mostró su genialidad en pequeñas dosis: sus grandes canciones son unas cuantas, pero son verdaderamente sensacionales e inolvidables.2
Infancia, adolescencia y Hamburgo
Harrison nació el 25 de febrero de 1943 –en plena Segunda Guerra Mundial– en Liverpool, al norte de Inglaterra, en el seno de una familia humilde, en el barrio de Wavertree –predominantemente habitado por gente de la clase trabajadora. Su madre era comadrona y su padre era conductor de autobuses. George fue el cuarto vástago de la familia, bautizado con ese nombre en honor al rey Jorge VI.3 Tenía, por tanto, dos hermanos y una hermana, todos mayores que él. La casa donde vivía la familia Harrison era de dos plantas y muy modesta.
Se sabe que la infancia de George transcurrió con normalidad, sus biógrafos refieren que era un chico introvertido y retraído, aunque mostraba gran interés por la música y el rocanrol; era admirador, al igual que los chicos y las chicas de la época, de Elvis Presley. A los 13 años tuvo que ser hospitalizado por seis semanas, debido a una infección en los riñones (nefritis), pero se recuperó sin mayores contratiempos.
Fue así que le pidió a su mamá que lo ayudara a comprar una guitarra de segunda mano que costó alrededor de tres libras, una cantidad considerable para ese tiempo. Acto seguido, con su hermano Peter y un amigo del colegio formó el grupo The Rebels.
George tenía apenas 14 años cuando conoció a Paul McCartney, quien acudía a la misma escuela en un grado más avanzado. En ese tiempo, John Lennon había creado The Quarrymen, agrupación a la que ya se había unido McCartney.
Harrison se integró al grupo en 1958 a recomendación de Paul, pese a las objeciones de Lennon, en particular por la edad del novel integrante.
Como se sugería líneas arriba, Lennon y McCartney eran las figuras dominantes en la agrupación. Sin embargo, fue John quien influyó de manera determinante en Harrison en aquellos años.
De Lennon, George admiraba su desparpajo, ingenio y sentido del humor, su talento y, por supuesto, su precocidad. Lennon afirmaría más tarde que para él, George era una especie de discípulo, en tanto McCartney señalaba que siempre vio a Harrison como su hermano menor, cosa que, por cierto, era del completo desagrado de George –porque un “hermano menor” no es asumido como “igual” por su “hermano mayor.”
Así, tanto McCartney como Lennon veían a Harrison casi como a un niño, por lo que Harrison buscaría quitarse esa percepción de encima. Se cuenta que cuando George escribía sus primeras canciones, solía ponerlas a consideración de John. Claro que tendría que pasar algún tiempo, antes de que George lograra ser tomado en cuenta y apreciado como músico, no sólo como guitarrista, por parte de sus compañeros.
Mientras eso ocurría, se produjo la primera gira de la agrupación en Hamburgo –cuando los Quarrymen se convirtieron en The Beatles– donde Harrison perdió su virginidad, y además, por cierto, por ser George menor de edad, se le deportó a Inglaterra.
Simon Leng, autor de una revisión muy completa sobre la música de George Harrison, revela lo importante que fue para The Beatles, la gira de Hamburgo: “el tiempo que pasó George en Hamburgo de 1960 a 1962 fue efectivamente de aprendizaje como músico profesional y el papel que desempeñarían The Beatles se forjó en Alemania, y uno de esos factores inéditos fue el rol que jugó George Harrison en la arquitectura del sonido de The Beatles.”4
Es justo decir, por lo tanto, que en la estructura de la agrupación, si bien McCartney y Lennon fueron las figuras dominantes, tanto en su papel de compositores como en el de intérpretes, la contribución de Harrison, guitarrista líder de la banda –y la de Ringo Starr como baterista- fue lo que posibilitó que The Beatles fuera un grupo único y con identidad, lo que a su vez fue clave de su éxito.
A lo largo de los sesenta la llamada beatlemanía se propagó por todas partes. McCartney y Lennon escribían canciones al por mayor, en tanto que Harrison se dedicaba a tocar y ocasionalmente contribuía con alguna canción cantada por él mismo.
Su voz era mucho mejor que la de Ringo Starr y sobra decir que aquellas canciones que interpretó George con The Beatles pasaron a la inmortalidad.
George desarrolló un ciclo con The Beatles. Las primeras canciones que escribió eran menos importantes para el grupo que su papel como guitarrista principal, que dotó a la agrupación de un sonido único y especial con armonías y acordes a las rimas de Paul y John. ¿Cómo olvidar los acordes de la guitarra acústica en And I Love Her? ¿Y qué decir de su contribución en los primeros acordes de A Hard Day’s Night?
Juntos pero no revueltos
Harrison vivía y disfrutaba las mieles del triunfo y ello no derivó en inestabilidad emocional. A nadie le gusta ser “segundón” y George nunca se asumió como tal. Poco a poco tomó conciencia de su valía, aprendió de los dos divos y se dispuso a demostrar sus cualidades. Empero, era reservado, en particular ante los medios de comunicación, a diferencia de Paul y John.
Como es sabido, tras su primera gira por Estados Unidos, The Beatles tuvo un éxito rotundo, y la mayoría de los integrantes disfrutaba del triunfo. George, en cambio, se tornó más reservado y se dispuso a seguir un camino diferente. “Está muy bien eso de ser popular y de que el público te solicite, pero ¿sabes?, es también una ridiculez,” declaró Harrison [a la revista Rolling Stone] en 1987.
“Me di cuenta de que se trataba de algo serio, de que mi vida estaba siendo afectada por los gritos de las masas.” [Físicamente se sentía inseguro]. “Con todo lo que estaba ocurriendo, los presidentes asesinados, la magnitud de nuestra fama me ponía nervioso.”5
En 1964, el cineasta Richard Lester dirigió a The Beatles en una comedia titulada A Hard Day’s Night, en la que Harrison conoció a la modelo Pattie Boyd quien, en la cinta, encarna a una adolescente fan de la agrupación. A los pocos días de conocerla, George la invitó a salir y más tarde le propuso matrimonio, que se llevó a cabo en 1966 con McCartney y Brian Epstein, representante de la agrupación, como padrinos.
“En el set de la siguiente película, Help!, descubrió la música clásica de India, lo que lo condujo a una búsqueda que duraría más que el matrimonio [con Boyd]. Los esfuerzos realizados a fin de dominar la cítara le llevaron al yoga, esta a la meditación y de la meditación a la espiritualidad oriental que, en gran medida, contribuiría a definir su vida. “Buscaba algo mucho más elevado, mucho más profundo”, señaló [Ravi] Shankar, el virtuoso de la cítara que se convirtió en mentor y amigo de Harrison.
“Daba la impresión de estar familiarizado con algunos elementos hindúes. De otro modo, resultaría muy difícil explicar por qué se sentía seducido por un estilo de vida tan filosófico, incluso religioso. Me parece en verdad muy raro. A menos que creas en la reencarnación.”6
Ravi Shankar fue un guía para Harrison y ejerció una influencia muy particular en el singular Beatle. “Desde que se formaron The Beatles, George había sido la cuarta parte de un paquete musical, un artista obligado a suprimir su talento como deferencia al fenómeno Lennon-McCartney. Ravi lo introdujo a un nuevo universo de sonidos y a una nueva razón que George pudo apropiarse.”7
Gracias a Shankar, George mejoró su influencia sobre The Beatles, lo que a su vez se tradujo en cambios de conducta tanto en las relaciones entre los integrantes del grupo como respecto al exterior, amén de la contribución que todo ello tuvo en la producción musical del cuarteto, al incluir un instrumento como la cítara y que dio un toque especial a canciones como Norwegian Wood escrita esencialmente por Lennon –donde el propio Harrison toca dicho instrumento–; o bien Within You, Without You, canción escrita por George y que aparece en el álbum Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band.
India y las drogas se tornaron en compañeras inseparables de la cultura hippie del singular Beatle, quien llevó a John, Paul y Ringo, acompañados de sus mujeres, a meditar al Himalaya de la mano del controvertido Maharishi Mahesh Yogi, un gurú indio quien, se dice, se benefició de la fama que le confirió el ser, al menos por un breve tiempo, guía espiritual de la banda.
Empero, los escándalos que se suscitaron por rumores de acoso sexual hacia Mia Farrow8 y otras mujeres, distanciaron a The Beatles del Maharishi. Aun así, tras la muerte del Maharishi en 2008, Paul McCartney afirmó que las acusaciones fueron infundadas, en tanto Yoko Onno señaló que si Lennon viviera, seguramente se habría reconciliado con el singular gurú.9 Deepak Chropra, discípulo del Maharishi, señala que los rumores carecían de fundamento y que nunca se pudo comprobar nada que incriminara a su mentor.10
En cualquier caso, pareciera como si el encuentro con el Maharishi les hubiera abierto nuevos horizontes, considerando los renovados bríos con los que escribieron una buena cantidad de canciones que se convertirían en éxitos en los álbumes White Album y Abbey Road, y también en diversos trabajos en solitario de sus integrantes.
Clapton, Boyd y Olivia
Talento llama a talento. En la lista compilada por la revista Rolling Stone con los 100 más célebres guitarristas de todos los tiempos, George Harrison figura en la 21ª posición,11 mientras que Eric Clapton ocupa el cuarto lugar.12
Dos años menor que Harrison –nació en 1945–, Clapton ya era a mediados de los años 60 un guitarrista virtuoso, tanto así que en ese tiempo comenzó a aparecer en las estaciones del metro de Londres un grafiti con la leyenda Clapton es Dios. Por ello, no debe sorprender la estrecha amistad que entablaron Harrison y Clapton y que llevó a que colaboraran en diversos proyectos musicales.
Cuando Harrison regresó a Inglaterra tras su estancia en India, pareció rebelarse a la hegemonía musical ejercida enThe Beatles por McCartney y Lennon. Una primera muestra de esta rebelión fue While My Guitar Gently Weeps, que tocó a dúo con Clapton, grabada en 1968 y que apareció en el White Album –de hecho, Clapton es el guitarrista principal en esta canción. A continuación apareció la multicitada Something dedicada a su mujer, Pattie Boyd.
Esta canción constituye un parteaguas en la vinculación de Harrison con los otros Beatles. Una vez que les presentó la canción, todos trabajaron en ella con entusiasmo. Por primera vez desde que surgió la agrupación, Harrison dirigió y orientó a McCartney respecto a lo que el primero quería. “La serena elegancia de “Something” debería asegurar a George un lugar entre los grandes creadores de canciones (…)
El poder de la melodía radica en que es una búsqueda musical y emocional de perfección (…) que oscila entre dos versos (…) Provee una sensación de búsqueda, con una duración agridulce. Lo haya hecho o no de manera consciente, George Harrison había creado un complejo viaje circular arriba y abajo de una escala musical que expresaba realmente emociones profundas.” 13
No es una casualidad que Frank Sinatra declarara, al escuchar Something, que se trataba de “la mejor canción de amor de los últimos 50 años” aunque, sin querer, ofendió a Harrison al añadir “sin duda la mejor canción de Lennon y McCartney”.14
Pese a la devoción que le profesaba a Boyd y que dio pie a esa joya musical, tras su regreso de India pareciera como si Harrison estuviera más interesado en seguir un camino presumiblemente más espiritual y personal, que cuidar de su matrimonio.
Como es sabido, muchos consideran a Boyd la bruja del cuento, dado que a medida que su relación con George entró en crisis, se involucró sentimentalmente con Clapton, quien, como es por todos conocido, era un cercano amigo del singular Beatle. El célebre Eric Clapton le escribió a Boyd canciones como Layla, Wonderful Tonight y Bell Bottom Blues. Por su parte, Harrison, además de Something le dedicó I Need You, For you Blue e Isn’t It a Pity.
Es importante aclarar, sin embargo, que esa búsqueda “espiritual” de Harrison no supuso en modo alguno su renuncia a los placeres carnales ni a los estupefacientes.
En una biografía que deberían leer los fans de Harrison y Clapton antes de mandar a la hoguera a Boyd, ella explica lo difícil que fue ser la musa de dos celebridades de ese calibre. Baste mencionar que cuando Harrison regresó de India en 1966, se involucró sentimentalmente con una francesa quien, por cierto, estaba terminando su relación con Clapton. Pattie Boyd, indignada por este hecho, se fue del hogar que compartía con Harrison y sólo regresó cuando este la llamó y le aseguró que su amante ya no estaba en casa.
En su biografía titulada “Wonderful Tonight”, Boyd relata la vida que a partir de entonces tuvo con Harrison, quien convocaba a reuniones con sus amigos, en las que privaban el alcohol y las drogas. La relación entre marido y mujer se deterioró aun más cuando Harrison tuvo una relación sentimental con la esposa de Ringo Starr, Maureen Cox. Boyd encontró a ambos en la cama, en la casa donde vivía con Harrison.15
En su biografía, Boyd da cuenta de la pérdida de cordura imperante a su alrededor, cuando afirma que “todo ese período fue una locura. Nuestras vidas se alimentaban del alcohol y la cocaína, y era lo mismo con cada persona que ingresaba a nuestro entorno (…) Erick [Clapton] me acosaba (…) Todos estábamos ebrios, anonadados y centrados en nosotros. Nadie parecía tener citas, fechas límite, o algo que les urgiera en sus vidas, ninguna estructura ni responsabilidades (…) La cocaína era una droga seductora porque te hacía sentir eufórico y bien contigo mismo. Alejaba tus inhibiciones y lograba que la persona más tímida e insegura adquiriera confianza –inclusive demasiada confianza.
Y teníamos tanta energía –cada quien podía hablar sin sentido por el doble de tiempo y embriagarse mucho más porque la cocaína te hacía sentir sobrio. Cada placer se enfatizaba y prolongaba.
Como todo, hacerlo con moderación estaba bien. Hacerlo en exceso no. George usaba la coca intensamente, y creo que eso lo cambió”.16
fuente: http://www.etcetera.com.mx/articulo.php?articulo=10602
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