03 diciembre, 2009

COMENTARIO DE JAMES STUART



Hoy quiero recordar a esta gran mujer Lady Linda McCartney

estamos en las fechas de obituarios de Nuestros 3 Heroes Caídos ( John Linda y George) así es como Paul Los llama


Aqui teneis una pequeña muestra del funeral de Linda



Martes, 9 de junio de 1998


Adiós al «ángel guardián» de los animales

Linda McCartney consigue convocar a los tres miembros vivos de los Beatles y a un variopinto público de estrellas y defensores de la naturaleza

LONDRES
(Reino Unido)


Paul McCartney no quería que el funeral de su esposa fuera una ocasión morbosa, pero el día era decididamente lúgubre.
Bajo un cielo plomizo, admiradores, activistas y curiosos congregados en Trafalgar Square hacían ímprobos esfuerzos para no ser arrastrados, junto con sus paraguas, por el viento.
Sobre las inclemencias de la primavera londinense, sin embargo, había triunfado el deseo de rendir un último homenaje a la esposa del ex Beatle.


Aunque la ceremonia, a puerta cerrada, no empezó hasta las ocho de la tarde, la plaza ubicada junto a la iglesia de St Martin-in-the-Fields estuvo abarrotada desde poco después del mediodía.
Y era evidente que la mayor parte del público no montó guardia para asistir a un mero desfile de famosos. «Linda, ángel de los animales», proclamaba una gran pancarta sostenida por dos mujeres. «Compasión», pedía otra, decorada con la cabeza de una oveja.

A Emma Stoddart, por ejemplo, el hecho de que la misa reuniera por primera vez en casi tres décadas a los supervivientes de los Beatles -McCartney, Ringo Starr y George Harrison- la dejaba tan fría como la fina lluvia que ya empezaba a calarle los huesos.
«Yo estoy aquí por ella, en acción de gracias», explicaba la pelirroja veinteañera a todo el que quisiera escucharla. «Fue una persona maravillosa, entregada a la causa de los animales».
Entre los admiradores de Linda se contaban hombres y mujeres, jóvenes y viejos, británicos y extranjeros. Muchos de ellos estamparon sus firmas en unas alas de papel que al término del funeral esperaban entregar a McCartney.


También lograron hacer oír su voz en la ceremonia, gracias a una amiga de la familia que compartía su pasión por la naturaleza, la guionista Carla Lane, quien leyó un mensaje de la gente que esperaba en la calle.


Porque el acceso a la iglesia de St. Martin-in-the-Fields estuvo restringido a unos 700 portadores de las invitaciones enviadas por el ex Beatle.
Como ocurrió tras la muerte de su esposa, que le sobrevino en Estados Unidos el pasado 17 de abril, el músico intentó evitar el asedio de los medios de comunicación y prohibió tajantemente la entrada a todos los fotógrafos y cámaras de televisión.


McCartney, vestido con traje negro, entró en el templo como una exhalación flanqueado por sus hijos, Stella, la diseñadora afincada en París, Mary, James y la hija que Linda tuvo en su primer matrimonio, Heather.
Aunque sus amigos aseguran que está devastado por la pérdida de una mujer de la que sólo se separó una noche en casi 30 años de relación, y aunque se le ha fotografiado recientemente bastante abatido en compañía de sus hijos, sacó fuerzas para sonreír al público y hacer un signo de la victoria.


Entre los invitados, George Harrison, al que apenas se le pudo fotografiar el rostro, ya que se tapaba con la capucha de un chubasquero oscuro, y Ringo Starr, acompañado de su esposa Bárbara Bach, acudieron puntuales a la cita, tal como se había anunciado.
Y también George Martin, el que fuera productor del grupo durante sus momentos de mayor apogeo, conocido también como el quinto Beatle, además de Elton John, la actriz Joanna Lumley y el fotógrafo David Bailey.


Estos dos últimos amigos de la familia pronunciaron unas palabras antes del discurso final de McCartney, en el que repasó todas las pasiones de su esposa: los animales, el vegetarianismo, la música, la fotografía y sobre todo, su familia.
Desde fuera, se oyó el sonido de una gaita escocesa que interpretaba Mull of McKintyre, uno de los temas fruto de la breve colaboración musical entre Linda y su marido, y, además de otras canciones se escuchó Let it be, la balada que McCartney compuso en memoria de su madre, quien falleció al igual que Linda a causa de un cáncer.
Se había especulado mucho con la posibilidad de que los tres Beatles cantaran a trío el tema -habría sido la primera vez que actuasen juntos desde 1969-, pero ese momento mágico no se produjo.


El tributo más emocionante fue quizá el que rindieron a Linda los congregados en la calle, totalmente ajenos a lo desabrido de la tarde, al glamour impuesto por los invitados e incluso al título de lady de la homenajeada.
Y cuando esos famosos asistentes se marcharon a sus casas, terminada ya la ceremonia religiosa, mucha de esa gente permaneció en los alrededores de la iglesia acompañando el alma de Linda McCartney en una sentida vigilia.



No hay comentarios: