11 diciembre, 2009

Homenaje a John Lennon a 29 años de su muerte

COMENTARIO DE JAMES STUART: El nombre del asesino de John Lennon lo pienso poner solo un par de veces nada mas, no pienso escribir el nombre de ese maldito bastardo, para quien no lo sepa, el bastardo dijo que lo mato porque queria hacerse popular y por eso es tradición entre los fans de Los Beatles no mencionar su maldito nombre y apellidos para no seguir haciendole publicidad. Sobre este maldito bastardo, solo espero que cuando salga de la prision de Attica, Nueva York, que es donde esta en prisión, que lo haga dentro de muchos años y con los pies por delante, ya cuando sea un jodido anciano que no sepa ni limpiarse el culo, que se pudra y muera entre los barrotes


El mundo de la música fue sacudido con el asesinato de John Lennon, el 8 de diciembre de 1980 en la ciudad de Nueva York. Un par de horas después de haberle pedido un autógrafo a Lennon, …le disparó, acabando con su vida.

El mito de la muerte del líder de la banda inglesa más exitosa de todos los tiempos, aún sigue vivo en la memoria de los fans, que recuerdan fechas especiales como ésta. Precisamente éste año se cumplen 29 años del trágico acontecimiento que acabó con la vida de John Lennon, el integrante de Los Beatles, pero además con la vida del más ferviente manifestante pacifista.

Otro año más sin imaginar un mundo mejor

Hace 29 años un chiflado apagó la vida de John Lennon, una de las almas más iluminadas del siglo XX.

Cinco o seis disparos retumbaron en la entrada del Edificio Dakota de Nueva York, ubicado en el corazón de Manhattan frente al Central Park. Cuatro de ellos dieron en la espalda de John Lennon, quien se desplomó agonizante en el piso. Mark David Chapman, un desquiciado mental que tenía una obsesión con el artista, se había acercado a las cuatro de la tarde a Lennon con la intención de matarlo, pero en ese momento no tuvo el coraje suficiente. Sólo le pidió un autógrafo y le dio la mano.

Sin embargo, no se resignó. Esperó unas siete horas en el lugar y al ver que John y Yoko regresaban del estudio de grabación, reunió todas sus fuerzas y cuando el ex beatle pasó delante de él, apretó el gatillo. “Escuché en mi cabeza ‘hazlo, hazlo, hazlo’, una y otra vez. Nada me hubiera detenido” aseguró Chapman 25 años después del homicidio en una entrevista que le brindó a la NBC para un documental llamado “Yo maté a John Lennon”.

El doctor Stephan Lynn, quien recibió en el hospital Roosevelt el cuerpo agonizante de Lennon y tuvo su corazón literalmente entre las manos, señaló cuando salió de la sala, aún con la bata manchada por la sangre del músico: “Creo que el mundo podría haber sido sustancialmente mejor si lo hubiéramos podido salvar.” Luego de la fría noche del 8 de octubre de 1980 la puerta del Dakota jamás volvería a ser la misma. Y tampoco el mundo.
Varias personas que se habían enterado de la terrible novedad y desbordadas por el estupor se acercaron a ver qué sucedía. Nadie se atrevía a asegurar nada, esa noticia no podía ser verdad. El compositor estaba volviendo al mundo del espectáculo con el disco Double Fantasy, realizado en conjunto con su mujer Yoko Ono, después de unos años sabáticos. No obstante, la prensa tenía razón: John Lennon había muerto.

El edificio se convirtió en una suerte de mausoleo improvisado y miles de fanáticos, seguidores y curiosos de todo tipo de religión, edad y raza se agolparon allí, durante varios días, homenajear y corear las canciones del nuevo héroe caído. Incluso hoy los turistas pasan por ese punto de la ciudad y observan en silencio la puerta del Dakota como si estuvieran en un museo histórico.
Músico y revolucionario Todos sabían que Lennon había sido mucho más que un músico. Luego de la separación de los Beatles, la figura de chico malo que hacía suspirar a las jóvenes había desaparecido y tomó un cariz de activista revolucionario, un poeta utopista que creía en un mundo de paz, sin guerras, hambre ni injusticia social.

Si bien siempre había sido irreverente con las autoridades, sus apariciones en los medios desde mediados de los 60, sus discursos antibelicistas y sus campañas pacifistas molestaban demasiado a los mandos norteamericanas, que habían hecho todo lo posible por deportarlo a Inglaterra. El FBI estuvo durante años investigando a la pareja para encontrarle un punto flojo que les permitiera echarlos de Estados Unidos. Sin embargo, a pesar de las causas por drogas que les abrieron y la infinidad de persecuciones que sufrieron, los artistas permanecieron en Nueva York.La opinión pública pegaba siempre un sacudón cuando Lennon aparecía en la TV. Varios ejemplos confirman la afirmación que dice que un artista tiene que provocar a la sociedad. El “Bed In” fue una de sus acciones más controversiales.

Lennon y Ono decidieron pasar en una cama su luna de miel en 1969. Durante esa semana la pareja abrió las puertas de su hogar a los periodistas y realizó una fuerte campaña de prensa para pedirle al mundo que le de una oportunidad a la paz.Los carteles que sentenciaban “La guerra ha terminado, si tú quieres. Feliz Navidad John y Yoko” que fueron pegados ese mismo año en las ciudades más importantes del mundo como Nueva York, Roma, Tokio, Londres, Paris y Berlín, entre otras, a modo de protesta contra la guerra de Vietnam, significaron otro trago amargo para la gestión de Nixon.John significó para muchos un ejemplo a seguir a partir de la generación de los ’60.

Tanto por su genio musical y por su sensibilidad intelectual, como por su compromiso con la problemática social y su pensamiento revolucionario. Lennon mostró que no sólo era un simpático melenudo. El hombre de NutopíaJohn y Yoko siempre hacían campañas para molestar a los estamentos del poder. En abril de 1973, los artistas lanzaron la “Declaración de Nutopía (juego de palabras en inglés “New-Utopia” que significaría Nueva Utopía), un país conceptual que no tiene tierras, no tiene límites, carece de pasaportes…sólo personas.”

Asimismo, el país de Lennon “no tiene leyes más allá de las cósmicas. Todas las personas de Nutopía son embajadores del país. La ciudadanía de Nutopía se obtiene a través de tu declaración de conciencia de Nutopía.”. La bandera de esta nación es blanca y el himno consiste en tres segundos de silencio. Miles de personas se autodenominan hoy embajadores de Nutopía, y yo soy uno de ellos. No me deporten.

1 comentario:

Ale dijo...

Si bien es cierto que Lennon ya no volverá a componer hermosas canciones, hoy está junto a nuestro Señor, como uno de sus angeles quizá interpretando una de sus bellas composiciones...