Levante
la mano quién se animaría
a montar
una guardia en
el aeropuerto de Ezeiza
para ver llegar a
Sir Paul McCartney en su regreso a la
Argentina tras
17 años.
Por si acaso los voluntarios al comité de bienvenida fueran demasiados, los organizadores de su tour optaron por una llegada discreta y un
hospedaje en locación desconocida.
El ex Beatle llegó el lunes a la madrugada a
Buenos Aires, donde dará dos conciertos el
10 y 11 de noviembre en el estadio de River . Las entradas a los conciertos se agotaron el mismísimo día
que se pusieron a la
venta, aquel ajetreado
19 de octubre, y ya
se habla de una importante cantidad de tickets falsos que cuestan desde 700 a 4 mil pesos en Internet .
Por lo pronto, Sir Paul está
entre nosotros
desde la 1.24 de la mañana del lunes pasado, cuando su vuelo
privado aterrizó en la congestionada pista de Ezeiza. En seguida, el ex Beatle fue subido a un auto que lo llevó directamente a su hospedaje.
Al principio, los organizadores del show pensaron que sería necesario llegar al Aeropuerto
Internacional de
Rosario a raíz del caos en la terminal aérea
pero finalmente el vuelo de
Gulfstream pisó tierra bonaerense, tal
como informó el
diario El Cronista.
La comitiva de McCartney está formada por
15 personas que viajaron con él en su vuelo privado, más todos los colaboradores que lo esperaban en Buenos Aires, incluidos los que lo recibieron en la quinta en
Pilar donde se quedará por estos días.
Si se repite el fenómeno de Porto Alegre,
Brasil, donde tocó hace sólo unos días, Sir Paul podría deleitar a
sus fanáticos con un show de tres horas de duración donde incluyó
temas de los Beatles, propios y de su banda posterior,
The Wings.
Pero el aura de los "Fab Four" sigue viva: "Toco
canciones de los Beatles porque
me encanta recordarlas y la gente las ama", explicó el músico en una entrevista con el diario
La Nación. Tal es el caso de un
tema que la banda ignoró desde que lo grabó, pero que le dio forma a un álbum y a una era con su colorida tapa: Sgt. Pepper's Lonely Hearts
Club Band.
"Con la banda actual la rescatamos y está bueno mantener la canción viva. Además, trabaja
muy bien, creo, en el final de un show, porque fue escrita para ser el final de un show. Creo que es un buen final y muy disfrutable, tanto para el público como para la banda. Es un tema muy liberador", comentó Sir Paul.
Así, en
medio de un operativo sigiloso,
Macca se instaló en Buenos Aires. Pasarán dos días a pura beatlemanía con dos shows vendidos a pleno en River antes de que digamos "este pájaro ha volado".
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