08 diciembre, 2010

Homenaje a Lennon ( NOTICIA EXTRAIDA DE: http://www.freeway.com.uy/musica/1812_Homenaje-a-Lennon/)





Este 8 de diciembre se cumplen 30 años del asesinato de John Lennon. Esta misma fecha del año 1980, cerca de las 10.50 pm, cuando Lennon regresaba con Yoko a su apartamento del edificio Dakota en Nueva York, el innombrable le disparó cinco veces por la espalda. Fue trasladado de urgencia al hospital Roosevelt y declarado muerto a su arribo a las 11.07. El asesino, que sigue preso y a quien le fue negada la libertad condicional una y otra vez, se había hecho firmar por Lennon una copia del álbum Double fantasy aquella misma mañana. El momento del autógrafo fue capturado por el fotógrafo amateur Paul Goresh, que merodeaba habitualmente el lugar donde residía Lennon. Se acercó con el álbum en la mano, Lennon lo firmó con amabilidad y preguntó: “¿Eso es todo?”. Acto seguido el innombrable imitó el recorrido citadino de Holden Caulfield, protagonista del libro El guardián entre el centeno de J.D. Salinger, vagando por horas en la ciudad de Nueva York, y finalmente volvió a las puertas del Dakota y esperó sentado en un banco.
Aquella mañana, la última de su vida, Lennon desayunó -como le era costumbre- en el café La Fortuna, después se cortó el pelo al estilo Teddy Boy de los años cincuenta para su segunda sesión fotográfica con Annie Leibovitz para la revista Rolling Stone, y regresó al Dakota (aquí tuvo lugar su primer encuentro con el asesino) para dar un entrevista a RKO Radio.
Esto comentó sobre su último disco Double fantasy: “Este disco es para la personas que crecieron conmigo. Les quiero decir, ‘aquí estoy ahora, ¿cómo han estado ustedes? ¿Cómo están sus vidas, sus relaciones? ¿Cómo la sobrellevaron hasta acá? ¿No fueron los setentas una mierda? Bueno, aquí estoy, aquí estamos, tratemos de hacer de los ochentas algo bueno, sólo depende de nosotros poder hacerlo”.
Lennon le hablaba a sus viejos fans. A los cuarentones, a los que creyeron y se decepcionaron de los sesentas. Allí estaba para empezar de nuevo, buscando la paz, la suya no la utópica.
Sobre el final de la tarde del 8 de diciembre recibió en el estudio de grabación la breve visita de David Geffen, para comunicarle que Double fantasy estaba por convertirse en disco de oro. Se trababa- obviamente- de una buen noticia para los dos, pero especialmente para Geffen que debutaba con Geffen records y cerraba el año con un álbum de un beatle con posibilidades de alcanzar el número uno.
Ya en la noche Lennon hizo su último llamado telefónico. Fue a su tía Mimi para darle la buena nueva: después de diez años viajaría de visita a Liverpool. A diferencia de toda la última década, ahora se sentía con ganas de hacerlo. Eran las 10:30 de la noche y Yoko propuso ir a comer al cercano Stage Deli. Lennon en cambio insistió en pasar primero por el Dakota para ver a Sean. A la entrada del edificio alguien gritó su nombre: ¡Señor Lennon! El resto es historia. El estruendo de un 38 y el desesperado alarido de un mujer al ver caer a un hombre en el vestíbulo: “Le han disparado a John”.
A 30 años hago eco de las palabras de Rodney Gast, que colgó hace dos días en youtube su homenaje de ukulele: We love and miss you John!
  




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