Donde quieras que estés John Lennon cuéntanos cómo es el paraíso porque lo que es en la tierra seguimos buscándolo sin muchas esperanzas. Es que el mundo imaginado por ti cada día es más peligroso con nuevas armas de exterminio, misiles inteligentes de largo alcance y otros “juguetes” de alta tecnología de la Industria Militar Industrial de estados Unidos enfilados por supuesto para matar o mutilar a la humanidad que se oponga, y que hacen 30 años no existían. Decididamente te fuiste aquel ocho de diciembre de 1980 con la gran duda de la existencia del infierno. Supiste siempre que el paraíso dependía de nosotros y en cambio el infierno siempre ha sido engendro de los promotores de la guerra, que en distintas épocas han ensayado sus armamentos y convertido en polígonos de pruebas a ciudades indefensas como Hiroshima y Nagasaki, y a países como Vietnam.
Te debemos eso y después de 30 años no hemos encontrado todavía la fórmula más efectiva para evitar que estalle el polvorón en que se ha convertido La Tierra, que está agotada de inacabables conflictos bélicos, de la carga contaminante que hace irrespirable el entorno en muchos lugares del planeta, de la perdida de su superficie boscosa que podría convertirlo completamente en un gran desierto.
Nos dejaste una canción magnifica, John, y quizás nos quede tiempo para que un coro gigantesco pueda entonarla por todos los confines, teniendo “arriba de nosotros, solamente el cielo” pero no es tan fácil juntarnos todos para enfrentar un destino de guerra nuclear que destruiría hasta las simientes de la vía Láctea.
No es fácil porque estás ausente, aunque podemos imaginar que estas tan cerca como puedes o queremos nosotros tus admiradores, los que hemos convertido tu canción “Imagina” en un himno de paz y fraternidad y contra la guerra, el genocidio y la ambición desmedida de los que mantienen en la pobreza a otros hombres sin dejarlos soñar siquiera.
En cambio nosotros, John, seguiremos soñando contigo, imaginando que el mundo puede cambiar. “es fácil si lo intentas”, si lo intentamos y apreciamos “…a toda la gente/ viviendo la vida en paz”..., Sin tener “que matar a morir”. En ese caso el infierno podría servir para sepultar todas las armas y darles paso a las palomas blancas con el ramito de olivo.
Esperamos de ti, John Lennon, lo mismo que nos pediste en tu canción: “Tu puedes decir que soy un soñador, / Pero no soy el único, / Espero que algún día te nos unas, / Y el mundo vivirá como uno solo”. Tenemos tu recuerdo para asirnos a nuestro planeta y de algún modo no dejarlo morir, como tampoco a ti, aunque en La Tierra habiten muchos por el estilo Mark David Chapman dispuestos a matar a los buenos, que por cierto nunca mueren, a pasar de los cuatro balazos y la mano escondida de agencias tenebrosas.
NOTICIA EXTRAIDA DE:
http://www.radioangulo.cu/index.php/variedades/especiales/12351-john-lennon-renace-siempre-por-obra-y-gracia-de-sus-admiradores-.html
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