07 diciembre, 2010

John Lennon


“No tengo nada contra la guitarra, pero nunca vas a vivir de ella”, fue el consejo que Mimi Stanley le dio a su sobrino e hijo adoptivo, un joven adolescente llamado John Winston Lennon que llegaría a convertirse en uno de los músicos más influyentes, para muchos el mayor, del pasado siglo.

Cuando en 1965 la reina Isabel II le nombró Miembro de la Orden del Imperio Británico, Lennon le regaló a su tía Mimi la condecoración y ésta, orgullosa, la mantuvo durante toda su vida colgada de la pared de su salón, sobre el televisor.

Había nacido el 9 de octubre de 1940 y el nombre de John se le puso en recuerdo de su abuelo paterno y el de Winston en homenaje a Winston Churchill. Los padres de John fueron Julia Smith y Alfred Lennon, pero su propia madre solía decirle a su hermana Mary “Mimi”: “En realidad, tu eres su verdadera madre. Todo lo que hice yo fue dar a luz”.

Alfred, el padre de John era marino mercante y aunque solía estar fuera de casa, regularmente mandaba dinero a su esposa para mantener a la familia. Sin embargo, los cheques de Alfred dejaron de llegar cuando su hijo cumplió los tres años. El padre no reapareció hasta 1944 y entonces le propuso a Julia continuar sosteniendo a la familia, pero la madre del pequeño Lennon, que esperaba un hijo de otro hombre, se negó a ello. Poco después, como su segundo marido se negaba a cuidar de John, Julia entregó a su hijo al cuidado de su hermana “Mimi” y de su cuñado George.

Un año después Alfred intentaría recuperar a su hijo, pero su madre lo evitó y el padre desapareció de la vida del músico durante los siguientes veinte años. El reencuentro se produjo cuando los Beatles ya estaban en la cúspide de su éxito y el padre del músico trabajaba como camarero en un hotel. John celebró este reencuentro que le llenó de felicidad y estuvo manteniendo económicamente a su padre hasta la muerte de éste. Algo que incluso llegaría a reflejar en una de sus más conocidas canciones "Mother", en la que explicaba: "Padre, tú me abandonaste, pero yo nunca te abandoné a ti...".

Por su parte, la madre del músico continuó visitándole frecuentemente mientras vivió en casa de su hermana. Fue precisamente Julia quien le inculcó al muchacho el amor por la música y su tío George, el que le regaló su primer instrumento, una armónica. Pero Julia moriría, atropellada por un policía que conducía borracho, cuando su hijo contaba 17 años.

El golpe para John fue durísimo y años después reflejaría en su música el tremendo amor que sentía por su madre en una de sus canciones más intimistas y celebradas, “Julia”, incluida dentro del doble álbum blanco que los Beatles publicaron en 1968.

Para cuando su madre murió John asistía a la escuela de Bellas Artes de Liverpool y fue allí donde conoció a la que terminaría convirtiéndose en su primera esposa Cynthia Powell. Para entonces había fundado un grupo The Quarrymen y fue precisamente tras una actuación con cuando conoció a Paul McCartney y le invitó a unirse a la banda tras comprobar su habilidad con la guitarra.
Lennon, de 16 años, y McCartney, de 15, congeniaron desde el primer momento y rápidamente decidieron tocar juntos.

Fue Paul quien le propuso a John incluir en el grupo a un muchacho de 14 años, George Harrison después de haberle escuchado tocar la guitarra en un autobús. A ellos se unió posteriormente otro amigo de la Escuela de Bellas Artes, Stuart Sutcliffe, para tocar el bajo, y como batería integraron a otro amigo, Pete Best, cuya madre regentaba un club, "The Casbah”, lo que ofrecía a los muchachos la posibilidad de actuar regularmente.

A propuesta de Sutcliffe, The Quarrymen cambiaron su nombre por el de The Beetles (con dos Es) y más tarde por el de "Johnny and the Moondogs", "Long John and The Beetles" y "The Silver Beatles", hasta que en agosto de 1960 se decidieron finalmente por el de The Beatles, jugando a unir la palabra inglesa escarabajo con el vocablo beat que hacía referencia a la música que comenzaba a surgir durante aquellos años entre los jóvenes músicos británicos.

Fue precisamente en aquel mes de agosto de 1960, cuando los Beatles consiguieron un contrato para actuar durante 48 noches en un club de Hamburgo y hasta Alemania viajaron, apenas cuatro días después de haber recibido la oferta. Un año después Stuart Sutcliffe dejaría el grupo para dedicarse a la pintura y en 1962, el entonces cuarteto, conoce a una de las personas que marcaría definitivamente su futuro Brian Epstein, el encargado del departamento musical de unos almacenes regentados por su propio padre.

Epstein se convirtió en el manager del grupo e intentó vender su música por las principales compañías discográficas británicas, pero todas la rechazaron. El animoso Brian no desesperó y finalmente logró un contrato con un pequeño sello de EMI, Parlophone, en el que trabajaba como productor George Martin, que andando el tiempo llegaría a ser conocido como “el quinto beatle”. Fue precisamente Martin quien decidió el cambio de batería dentro del cuarteto. Pete Best salía y entraba Ringo Starr, al que John, Paul y George habían conocido durante su etapa en Hamburgo.

El grupo formado gracias al entusiasmo y la convicción de John Lennon, el grupo más influyente de la historia ya tenía su formación definitiva. El primer disco, un sencillo con “Love Me Do” y “P.S. I love You” llegó al mercado en octubre de 1962 y alcanzó el puesto número 17 en las listas de éxitos del Reino Unido. Tres meses después, en enero de 1963, su segundo sencillo "Please Please Me" alcanzaba el número uno de las listas de ventas. La leyenda comenzaba a tomar forma y la Beatlemania , que en poco tiempo invadiría el mundo, se apoderaba de toda Gran Bretaña.

A aquel primer álbum le siguieron “With the Beatles”, “A Hard Day's Night”, “Beatles for Sale”, “Help!” y “Rubber Soul”, ambos publicados en 1965, el mismo año en que los cuatro chicos de Liverpool fueron nombrados miembros de la Orden del Imperio Británico. Su ascensión fue meteórica. Ningún otro grupo había conseguido un éxito semejante.

Pero Lennon comenzaba a sentir que su creatividad se estaba encorsetando. De algún modo John Lennon gritaba Help! en aquella inolvidable canción porque se veía sumido en un éxito que le resultaba muy difícil digerir y que con el tiempo llevaría a que el grupo se separase cinco años después dejándonos a todos un poco huérfanos desde entonces.

Tal vez a causa de la gran presión que sufría en 1966 Lennon cometió uno de los mayores errores de su vida cuando declaró que "Los Beatles eran más populares que Jesucristo". La reacción entre sus fans fue inmediata y en varios lugares llegaron a quemarse públicamente los discos del grupo. El músico intentó rectificar y explico: "No dije que Los Beatles son más populares que Jesucristo, dije que somos famosos, como lo puede ser la televisión o cualquier otra cosa." Unas desafortunadas declaraciones que levantaron una polémica que finalmente fue zanjada por el Vaticano cuando el Observatore Romano perdonó al músico calificando aquella frase como una "fanfarronada" propia de un chico joven que consiguió el éxito y la fama de repente.

Tras el lamentable incidente el grupo decidió tomarse unos meses de vacaciones y Lennon pasó una época en la que se sintió vacío y consternado y se refugió en el consumo de drogas. Cuando los Beatles volvieron a reunirse se decidió abandonar definitivamente las multitudinarias actuaciones en directo. El músico declaró entonces que, en ocasiones, durante sus conciertos no podían escucharse debido a los gritos de la gente y que su música y su capacidad creativa se estaba resintiendo demasiado.

Fue en aquella época cuando conoció a una artista vanguardista entregada al arte conceptual y siete años mayor que él, que pertenecía a la aristocracia japonesa, Yoko Ono. También fue entonces cuando la banda se encerró en los estudios de grabación y en 1966 crearon “Revolver” y al año siguiente “Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band”, para muchos el mejor álbum de la historia de la música del siglo XX. El disco se puso a la venta el 26 de mayo y poco después, el 27 de agosto, el grupo, y en especial Lennon, recibiría un durísimo golpe cuando su amigo y mánager Brian Epstein moría como consecuencia de una intoxicación por consumo de barbitúricos.

Tras la muerte de Epstein, Lennon estuvo a punto de caer en una profunda depresión y Paul McCartney tomó las riendas de la banda en su siguiente proyecto, la “Magical Mystery Tour” que, por primera vez en la historia del grupo de Liverpool recibió malas críticas y no alcanzó el éxito que en principio se esperaba. “En ese momento supe que teníamos problemas y tuve miedo”, declaró John Lennon años después.

Al haber desaparecido su manager, y para complicar aún más la situación, los Beatles decidieron convertirse en empresarios y montaron su propia compañía discográfica, Apple. Casi de inmediato las discusiones entre Lennon y McCartney se hicieron cotidianas por culpa de la gestión del control empresarial y financiero de la compañía que éste quería dejar en manos de John Eastman, hermano de su novia y heredera del imperio Kodak, Linda Eastman -futura Linda McCartney-, mientras Lennon prefería a Allan Klein, el entonces representante de los Rolling Stones.

Durante la grabación del doble álbum “The Beatles”, conocido popularmente como “el doble blanco”, los enfrentamientos fueron cada vez mayores y a finales de 1968 John Lennon decidió volver a actuar en público, pero esta vez sin sus tres compañeros. Fue durante la grabación para televisión del “The Rolling Stones Rock and Roll Circus”, y lo hizo al frente de un grupo que se presentó como “The Dirty Mac”, formado para la ocasión por el propio Lennon, Eric Clapton, Keith Richards y Mitch Mitchell.

Cuatro meses después John y Yoko se casaban en Gibraltar, tan sólo duna semana después de que Paul y Linda también hubiesen contraido matrimonio. Era el mes de marzo de 1969 y para entonces John Lennon y Yoko Ono ya habían grabado tres álbumes experimentales “Unfinished Music No.1”, “ Unfinished Music No.2” y “Wedding Album”, y se disponían a grabar un disco en directo, Live Peace in Toronto, la presentación oficial de The Plastic Ono Band.

Aquel año 1969 era evidente que los Beatles no podían continuar juntos. Tras el lanzamiento del último álbum que grabaron juntos, “Abbey Road”, Lennon ya había decidido que abandonaría definitivamente el grupo, pero consintió en no hacerlo público hasta resolver los temas financieros pendientes entre sus cuatro componentes.

Fue realmente el 26 de noviembre de 1969 cuando John Lennon se encerró por última vez en un estudio con sus tres compañeros. Lo hicieron para grabar y mezclar la canción más extraña de toda su carrera, “You know my name (Look up the number)” (“Sabes mi nombre. Busca el número”).
Aquel día Lennon editó los seis minutos del tema para dejarlo reducido a cuatro con la intención de publicarlo como single con la Plastic Ono Band, la banda que John y Yoko Ono habían fundado dos meses antes en el festival de Toronto. Pero aquel sencillo nunca llegó a ver la luz y finalmente “You know my name” se rescató como cara B en el single del mítico “Let it be”.

La canción era de Lennon. Se presentó ante sus aún compañeros con la idea de grabarla y se pusieron a ello. Fue entonces cuando Paul McCartney le pidió la letra y John le contestó que la letra era el título y el título la letra. Es decir, que se limitarían a repetir la misma frase durante todo el tema. George y Ringo se miraron sin entender nada, pero tampoco preguntaron. Sabían que aquello era el final.

Finalmente, el 10 de abril de 1970 millones de jóvenes en todo el mundo se echaban a llorar. Aquel día Paul McCartney anunciaba oficialmente la separación los Beatles, justo una semana antes de la publicación de su último álbum en llegar al mercado, Let It Be, cuyo lanzamiento coincidió con la publicación del primer álbum de McCartney en solitario. Entre todos la mataron y ella sola se murió. La música perdió una formación irrepetible. Murió el grupo y el mito se hizo eterno.

La separación de los Beatles fue dura para todos sus miembros, pero tal vez lo fue más para un John Lennon que necesito seguir una tratamiento de terapia en Los Angeles para superar la frustración que le supuso la ruptura a la que se sumó el afloramiento de los traumas que sufrió durante su infancia. Unos traumas que de alguna manera quedaron reflejados en el álbum John Lennon/Plastic Ono Band que la pareja lanzó en 1970 y en el que se incluía el tema “Mother”, en el que el músico daba rienda suelta al sentimiento de abandono que había sufrido cuando era un niño.

A éste álbum, que la prestigiosa revista Rolling Stone sitúa en el puesto número 22 de los 500 mejores de la historia, seguiría otro no menos importante, “Imagine”, publicado en 1981 y que contenía el tema que daba título al LP y que posiblemente sea la canción más popular de toda la carrera de Lennon en solitario.

Aparte de la inmensa creativididad de John, el álbum de Imagine también dejó patente la profunda brecha que se había abierto entre los antes inseparables Lennon y McCartney. El primer álbum de Paul en solitario, “Ram”, llevaba en su portada la fotografía del ex beatle sujetando un carnero por los cuernos y contenía un tema, "Too Many People", en el que el bajista se mofaba de su ex compañero.

Por su parte Lennon le contestó incluyendo en la carpeta de Imagine una foto suya sujetando un cerdo por las orejas parodiando la imagen de Paul y contenía una canción también compuesta para criticarle veladamente, "How Do You Sleep?" ("¿Cómo puedes dormir?").

Fue también esta la época en que el activismo social de Lennon a favor de los derechos civiles y del activismo pacifista se hizo cada vez más patente en temas como "Power to the People". De hecho, el músico tuvo serios problemas cuando intentó cambiar su residencia de Londres a Nueva York ya que sus actividades no pasaron desapercibidas para los servicios de seguridad norteamericanos que, entre otras cosas, descubrieron el presunto apoyo económico del británico a organizaciones estrictamente vigiladas como los Panteras Negras.

Finalmente consiguió el visado y comenzó en la ciudad de los rascacielos una importante actividad contra la actuación norteamericaa en Vietnam que le valió la declaración de persona non grata y terminar bajo la estricta vigilancia del FBI que llegó a intervenir su teléfono. Una circuntancia que resultó finalmente admitida por el gobierno norteamericano y que propició la demanda judicial que contra él interpuso el músico.

En los años siguientes su activismo quedó ampliamente reflejado en sus siguientes discos Some Time in New York City, Mind Games, Walls and Bridges y Rock 'n' Roll, el último que publicó antes de que en 1975 hiciera pública su retirada temporal del mundo de la música para dedicarse en exclusiva a criar a su recien nacido hijo Sean Ono Lennon.

En varias de estas grabaciones colaboró con algunos de sus amigos músicos: George Harrison, Billy Preston, Harry Nilsson, David Bowie o Elton John y fue precisamente con quien actuó por última vez en directo, en el Madison Square Garden, antes de aquella retirada temporal. En realidad fue una retirada a medias porque durante los cinco años que duró Lennon no dejó de componer y acumular las canciones con las que reaparecería en 1980 y que se incluirían en el último de sus discos Double Fantasy. Pero la vida de John Lennon llegó a su fin la noche del 8 de diciembre de aquel año 1980. Un perturbado mental, Mark David Chapman, que desde entonces permanece en prisión, le disparó cinco balas por la espalda en la puerta del edificio Dakota, su casa en Nueva York.

“Hemos perdido a un genio del espíritu” declaró Norman Mailer. Nos dejaba a los 40 años. Moría el genio y nacía el mito. Paradojicamente, el hombre que revolucionó la historia de la música desaparecía sin que ninguno de los doce álbumes que publicó tras la ruptura de los Beatles llegara al número uno. Tras su muerte, Imagine, el grandioso himno pacifista que el de Liverpool compuso en 1971, llegó de inmediato a lo más alto de las listas de ventas. Tras él también llegarían al número uno (Just like) Starting over y Woman, dos de los temas del último álbum que grabó, Double fantasy, y del que dedicó un ejemplar a su asesino pocas horas antes de que éste apretase el gatillo.

En la última entrevista que concedió, unas horas antes de morir, declaró:

“Mi trabajo no terminará hasta que esté muerto y enterrado, 
y espero que eso sea dentro de mucho, mucho tiempo”.

NOTICIA EXTRAIDA DE:
http://www.intereconomia.com/blog/volando-voy/john-lennon

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