Llegando al hotel su batería, Abe Laboriel Junior
Músicos de McCartney llegando al hotel Quinta Real, que albergó al ex Beatle.
- El ex Beatle pasó la noche en el hotel Quinta Real
- Durante la madrugada, una mujer le llevó mariachi a su ídolo
Al medio día se reunieron más de 30 admiradores a las puertas del hotel, los cuales esperan que el británico se dirija en su camioneta al Estadio Omnilife
La emoción de los seguidores aumenta con transcurso de los minutos y se acercan cada vez más a la puerta donde ya les dijeron que saldrá. Cualquier información que abone algo sobre el Sir -de quien sea que provenga- es un detonante de adrenalina.
Madres con sus hijos, chavos, adultos que se dieron un "breake" en el trabajo para no dejar pasar la oportunidad de ver de cerca a la estrella británica, son quienes hacen guardia afuera del hotel.
Por la mañana eran unos cuantos, conforme avanza la mañana se unen más fans a la espera. Al medio día ya eran más 30.
"Estamos viendo si le traemos mariachi otra vez en la noche, ¿verdad?", comentan entre ellos, pues cuentan que esta madrugada una mujer le regaló un poco de música local en vivo a su ídolo desde la calle, y según los fans que desde ayer le dieron la bienvenida, hasta salió "alguien del balcón" de un cuarto. Se ilusionan.
"¿Ya mero?", siguen preguntando a quienes aguardan en el estacionamiento, pero no obtienen respuesta. Los valet parking son una tumba.
"Sí hay mucha seguridad, guaruras, hay mucho carro lujoso también, más de lo normal", dice sorprendido un proveedor de lácteos que entró a las instalaciones a dejar un pedido.
Nadie sale, ni un rastro de McCartney, pero el ánimo no decae: "Na na na na na na, ¡hey you! ¡Hey Paul!" Entona a capela el bastante joven séquito de fanáticos. "Ahora Let it be", mejor optan por "Yesterday".
"Ya me quiero ir" le dice Salvador, de cuatro años, a su mamá "no, hijo, vamos a ver a Paul McCartney, hay que esperarnos un ratito más. Te voy a comprar una nieve y un juguete por estar esperando aquí conmigo", le dice, sin convencerlo del todo.
Las falsas alarmas abundan y la energía se desborda entre gritos, canciones y pancartas, además de CD's, acetatos, posters y más listos para ser autografiados.
Paul no sale, pero ellos esperarán hasta que se dirija en su camioneta al Estadio Omnilife, donde tocará por primera vez para Guadalajara.
FUENTE:
EL INFORMADOR / VIOLETA MELÉNDEZ
EL INFORMADOR / VIOLETA MELÉNDEZ
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