El inglés Paul McCartney se portó muy amable en Guadalajara con sus fans, porque lo recibieron desde el aeropuerto hasta el hotel en donde se hospedó. Tuvo el buen detalle de detenerse en su camioneta para saludar a los que lo esperaron durante horas en el aeropuerto.
Cuando llegó al hotel entró por la puerta de atrás, pero a pesar del cansancio, salió a saludar y hasta firmó algunos autógrafos a los que lo esperaron por varias horas. Lo mismo sucedió en la mañana de este sábado.
Aunque es una leyenda viviente, su actitud es tan agradable y sencilla como la de antes de que fuera famoso, esto lo hace todavía más grande de lo que ya lo vemos.
Este sábado por la noche McCartney se presentó en el estadio Omnilife para dar su tan esperado concierto al que se espera que acudan miles de espectadores que han pagado grandes cantidades de dinero para poder estar ahí.
Estamos seguros de que es un grande y ojalá que sea ejemplo para muchas estrellas que apenas empiezan.
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