Sea por su genio musical o su provocadora personalidad, John Lennon siempre fue una figura magnética desde su fantástica aparición con los Beatles hasta su trágica muerte en 1980. Por eso más de una película lo retrató en distintas facetas y con diferentes niveles de calidad. Hoy, que habría cumplido 72 años, recordamos su paso por el cine.
La más reciente de las películas que han retratado al beatle de grandes lentes es Nowhere Boy, bajo la dirección de Sam Taylor-Wood. La cinta goza de una excelente ambientación de la época en que Lennon forjaba un camino en su natal Liverpool, pero dista de ser un seguimiento a la evolución musical del artista, como indican algunas reseñas. Si bien es cierto que se plasma la conversión de los adolescentes Quarrymen en los aclamados Beatles, lo que más destaca es la relación de Lennon con su tía Mimi -la mujer que lo crió y acompañó durante toda su vida-, y el encuentro y desencuentro con Julia, su madre.
Este desequilibrio femenino en la vida de John pendería entre dos caracteres distintos: el apoyo incondicional, la seguridad y la marca afectiva dejada por su tía; y la figura súbita de Julia, que representó una explosión de libertad tan fulgurante como la de su partida, y que se constituyera en una marca traumática en la vida del artista.
Nowhere Boy, además de lo ya dicho, otorga un espacio al nacimiento de la dupla Lennon-McCartney, una dualidad creativa, fraternal y también conflictiva que ya lleva no pocos años produciendo material cinematográfico.
DE LA GUITARRA AL FUSIL
Como hijo de la posguerra, Lennon vivió de alguna manera los pasos de una Inglaterra victoriosa en la Segunda Guerra Mundial. Eso quedó plasmado en Cómo gané la guerra
(1967), película de Richard Lester que representa la primera ligazón de Lennon con la gran pantalla. En ella, el cantante protagoniza a uno de los soldados de un torpe batallón británico durante el mencionado conflicto armado.
Y es que Lester, luego de filmar A Hard Day's Night y Help! con los Beatles, convocó a Lennon para que actuara en esta parodia del belicismo, una comedia absurda, muy física, y, sin embargo, llena de escenas ásperas que se enmarcan en un atrevido experimento fílmico de irregulares resultados.
La única película que tuvo a Lennon como un personaje ficticio dejaría en claro que el cantante era, en sí mismo, un personaje demasiado interesante como para ponerlo a interpretar a terceros imaginarios.
RASTROS DOCUMENTALES
La vida y obra de John Lennon han estado en la mira de periodistas, escritores, investigadores y, claro, cineastas interesados en sus avatares. De todo el conjunto que se puede encontrar, existen dos documentales que destacan por sobre el resto. El primero de ellos es Imagine: John Lennon (1988), que se promociona como un trabajo "relatado por Lennon con más de 100 horas de entrevistas". Y es así. La principal fuente de esta película son las declaraciones que dio el artista, que evidencian una dramática transformación personal.
Entre testimonios de personajes como Brian Epstein, Phil Spector, su tía Mimi, y canciones completas bien dosificadas, Imagine ahonda en aspectos íntimos, aunque por demás conocidos de su vida.
The U.S vs. John Lennon (2006) es, en contraparte, menos intimista que pública o política. Los vaivenes de Lennon como activista por la paz son los que marcan la pauta del filme. Entre la posible interceptación telefónica que habría sufrido de parte del régimen de Nixon o su oposición a la guerra de Vietnam, lo que se resalta aquí es la influencia social del ex Beatle, poniéndolo como eje para un análisis más completo del panorama de la época.
Para ponerse menos serios, conviene conocer a Ron Nasty, el doppelgänger cómico de Lennon en All You Need Is Cash (1978), falso documental que cuenta la historia del grupo The Rustles (una evidente sátira de los Beatles) y que recorre de manera hilarante y paso a paso los hechos más emblemáticos de la banda.
La parodia fue creación del miembro de los Monty Python, Eric Idle, y contó con la participación de celebridades como Mick Jagger, Paul Simon, y el propio George Harrison. Las principales mofas a Lennon apuntaron a su excéntrica personalidad, que fuera develándose a medida que el grupo se consolidaba y, principalmente, con la aparición en su vida de Yoko Ono.
All You Need Is Cash es un estupendo trabajo humorístico, fino e incisivo a la vez, que en el 2002 tuviera una segunda lectura con Can't Buy Me Lunch, del mismo Idle, aunque no del todo lograda.
FICCIONES
En algún momento de su vida, Lennon se quejó del peso que podía tener la irrealidad a pesar de la contundente realidad que aún tenemos por encarar. Es irónico, pues, que tantas historias de ficción se hayan centrado en su existencia. Tal es el caso de Backbeat (1994), una película muy cercana a las vidas de Lennon y de Stuart Sutcliffe -uno de los viejos miembros de los Beatles y por entonces mejor amigo de John- mientras la banda daba sus primeros destellos de genialidad en Hamburgo, a inicios de los sesenta.
El vínculo entre Lennon y Sutcliffe, marcado por la tragedia, se aborda con picos dramáticos que no llegan a convencer por su magnificación. Lo más rescatable, en todo caso, es la forma en que se perfila a Lennon como un líder nato dentro de los Beatles, un soñador con reacciones ansiosas y agresivas que tuvo que afrontar la dicotomía de crear una banda que llegue a la cima y la dificultad de enfrentar contra una amistad.
Más antigua es Birth of The Beatles (1979), modesta producción estadounidense que parte desde los años de la adolescencia de John Paul, George y Ringo en Liverpool, hasta llegar a su primera visita como agrupación a los Estados Unidos. A pesar de ser narrada de manera ligera, no faltan los aspectos más resaltantes en la vida de Lennon como, por ejemplo, su relación con su esposa Cynthia y el nacimiento de su primer hijo, Julian, uno de los tantos aspectos que acompañaron el conflicto de un artista con el éxito y la superficialidad propias de la fama.
Ahora bien, si hay que elegir una sola película de todas las existentes en la "filmografía Lennon", probablemente esa sería The Hours and Times (1991). La más interesante de todas las películas en este listado es a la vez una de las menos conocidas, más cortas, más independientes, y quizá la que menos se ajusta a la realidad. Este mediometraje de 58 minutos, dirigido por Christopher Münch, se sostiene, diríamos, en una sola pregunta: ¿qué ocurrió durante el viaje de vacaciones de Lennon y el manager de los Beatles, Brian Epstein, en 1963?
Esta visita de fin de semana a España sirve de excusa para idear una presunta relación homosexual entre ambos. La advertencia está hecha: el relato es mera ficción. No obstante, los rumores sobre este viaje abundan y los detalles son poco conocidos. De cualquier forma, esta cinta en blanco y negro posee una gran belleza visual, actuaciones solventes, un guión sobrio y una locación perfecta como es Barcelona, aunque la cinta se desarrolle principalmente en espacios interiores como habitaciones de hotel o cafés.
El Lennon que vemos es falsamente duro, más bien frágil, y está configurado a través de la mirada elegante de Epstein, apareciendo en sus conversaciones, en su incomodidad, en sus deseos. The Hours and Times es una película digna de revisarse con detenimiento y puede considerarse, sin temores, una obra maestra escondida.
Otra cinta basada en la especulación es Two Of Us (2000), telefilme que sigue, a lo largo de un solo día, el reencuentro de Lennon con Paul McCartney en 1976. Se sabe que la cita ocurrió, aunque poco o nada se conoce sobre sus detalles. El problema del filme es su intento de subrayar las diferencias entre ambas estrellas, que conduce a una tediosa sucesión de estereotipos y manías.
De la marihuana a la meditación trascendental hay una brecha que traza a Paul y a John como polos opuestos de lo que alguna vez fue una unidad creativa. Se apela a un sentimentalismo de manual sobre el otrora indisoluble vínculo que los unía y, para colmo, se termina con la intervención del enemigo (o enemiga) público número uno de los beatlefanáticos: Yoko Ono.
DESENLACE Y FATALIDAD
Otra etapa muy comentada sobre Lennon es, obviamente, la de su muerte. El capítulo más infausto en su vida tiene nombre propio: Mark David Chapman. El fanático que le asestó cuatro balas por la espalda al cantante también ha sido protagonista de dos películas con mucho en común. A El asesinato de John Lennon (2006) y Chapter 27 (2007) las separan menos de seis meses de estreno, pero las une una serie de deficiencias tan trágicas como el episodio que retratan.
Ambos filmes siguen a Chapman en los días previos al crimen, destacando su afición por los Beatles y la novela "El guardián en el centeno" de J.D. Salinger. Las dos películas usan la narración del homicida como hilo conductor, pero empleando una voz y unas líneas de guión enajenadas hasta el ridículo. Ni qué decir de la escena clímax del encuentro final entre víctima y victimario, en sendas ocasiones filmadas sin atisbo de creatividad o sensatez.
La conclusión: una aparente gran oportunidad cinematográfica que hasta el momento ha sido desperdiciada y posee una deuda pendiente que, es casi seguro, se hará en algún momento.
Como seguro es, también, que el Lennon ícono seguirá inspirando otras películas. Sean biográficas, parodias, de homenaje o meras especulaciones, lo cierto es que su tempestuosa personalidad ha tenido (y tiene) aristas suficientes para dar que hablar por muchos años más. Y las justificaciones sobran, pues todos lo seguimos extrañando.
(Artículo aparecido originalmente en el número 26 de la revista Godard!)
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