James, el hijo de Paul McCartney, se sincera y cuenta una relación llena de altibajos
El peso de la leyenda resulta excesivo para las débiles
espaldas de James, el hijo apocado de Paul McCartney, un 'beatle', un
mito andante. El único varón del cantante ha tardado 34 años en
despojarse de sus miedos.
Una vez liberado, al fin, ha sacado su primer
disco y se ha enrolado en una gira musical que comenzó con una especie
de profanación del santuario de los Beatles -actuó en The Cavern,
escenario de los orígenes de la banda de Liverpool- y que ha continuado
por varios lugares de Estados Unidos.
Durante muchos años, James McCartney intentó prescindir de
los privilegios de su apellido. Trabajó como camarero para no depender
de la fortuna de su padre -se estima que ronda los 600 millones de
euros-;
se escondió bajo un seudónimo ('Light') para que nadie pudiera
identificarle como el-hijo-de, y hasta renegó del cariño paterno cuando
las drogas y el desprecio hacia la mujer que ocupó el lugar de su madre
nublaron su mente.
Pero eso ya es historia. James, decidido a promocionar su
música en todos los frentes, se sinceró con el tabloide 'Daily Mail' en
una entrevista que terminó rebosante de amor hacia su progenitor.
«Te
quiero tanto, papá. Soy feliz. No estoy en un lugar alto, pero estoy
bien. Solo quiero ser la mejor persona posible».
Su padre ayuda, aunque sin abusar. Paul ha coproducido un
par de minis-CD del incipiente cantante y, en un gesto inesperado,
durante una actuación en Estados Unidos, se sumó al grupo.
«No tenía ni
idea de que iba a hacerlo. Él subió al escenario con Ronnie Wood
(guitarrista de los no menos célebres Rolling Stones). ¿No es genial?».
James es el pequeño de los tres hijos que Paul McCartney
tuvo con Linda. Mary, fotógrafa, y Stella, diseñadora de moda, hallaron
el éxito profesional con mucha más naturalidad.
Otro golpe en su frágil
autoestima. «Fue algo duro (asimilar sus triunfos)», reconoció. Pero la
caída al abismo llegó en la adolescencia.
Michael J. Fox, inspirador
La música ya retumbaba en su cabeza. Aunque la pasión por
la guitarra no le entró, como hubiera sido lo lógico, en casa, por su
padre, sino en el cine. James se enamoró de este instrumento el día que
vio a Michael J. Fox rasgar los acordes de 'Johnny B.Goode' (el tema
inmortal de Chuck Berry) en 'Regreso al futuro'.
«Con 17 años escribí mi
primera canción y poco después le diagnosticaron cáncer a mamá. Murió
cuando yo tenía 20 y entré en un periodo oscuro».
Linda McCartney falleció en su rancho de Arizona, donde el
dolor hizo mella en la familia.
«La primera noche, cuando ella acababa
de morir, pensé que sería demasiado triste para papá dormir por su
cuenta».
Y ocupó el lugar de su madre en el lecho. Después, herido por
la pérdida, se abandonó.
Las drogas, a pesar de cierta permisividad de
Paul, separaron a padre e hijo. Hasta que en 2007 el excompañero de John
Lennon, George Harrison y Ringo Starr se sometió a una operación
cardiaca, una angioplastia, y se reconciliaron.
James retomó la relación con su padre, aunque no ocultó su
desprecio hacia Heather Mills, su segunda esposa, quien pidió 160
millones de euros por el divorcio y que tuvo que conformarse con 31.
«No
me gusta, pero no quiero decir nada negativo sobre ella porque es una
buena madre para Beatrice»,
la hermanastra a quien no escatima el
cariño.
«Ella es genial, un verdadero placer para toda la familia».
El hijo del mito parece feliz al fin y hasta adora a la
tercera mujer de su padre.
«Nancy (Shevell) es mi nueva madre. Ha sido
uno de mis principales partidarios y quiere que tenga mi propia carrera
(musical)».
Y eso intenta.
James McCartney recorre 27 estados en 47 días subido a una
furgoneta y durmiendo en modestos hostales llenos de cucarachas. Un
sueño de 20.000 kilómetros por Norteamérica.
Atrás queda su atormentada
juventud y su atípica infancia.
«Claro que sabía que mi padre era
diferente. En la escuela me trataban con normalidad, pero al salir
siempre pasaban cosas; y luego estaba la gente que venía a la granja (el
hogar paterno)
George, Ringo, Paul Simon, Carl Perkins... No eran más
que amigos de papá y mamá, pero yo ya sabía que no todo el mundo tenía
un padre que era un 'beatle'».
fuente:
http://www.lasprovincias.es/v/20130620/gente/quiero-tanto-papa-20130620.html
No hay comentarios:
Publicar un comentario