12 noviembre, 2010

Federer podria ser un Beatle

El cuarteto que revolucionó la cultura juvenil estaba integrado por hijos de la clase trabajadora de Liverpool y pasaban sus buenas horas diarias en la calle durante su niñez. Una pelota para cabecear nunca faltaba. Pero aunque todas las coordenadas estuvieran dadas, no hay una especial relación entre Los Beatles y el fútbol. Pertenecen a una época en que las artes y el deporte no se reconocían mutuamente como expresiones de la cultura popular que compartieran públicos y códigos. Pero hay señales suficientes como para empezar una gira mágica y misteriosa.


Paul McCartney y George Harrison eran simpatizantes de Everton mientras que John Lennon y Ringo Starr eran de Liverpool. Tal vez por ese motivo McCartney, siendo bajista, se pusiera más cerca de Harrison que del baterista en la disposición que tenían en escena. "John (Lennon) era el más hábil de todos con la pelota y era fanático del Liverpool. Un día me confesó que siempre había soñado con jugar en el Liverpool", contó en cierta ocasión Pete Best, el baterista que dejó la banda en 1962 antes de ser un suceso planetario.

Eso sí que es perder. Cuentan las biografías que a medida que empezaron a crecer como grupo el manager Brian Epstein les prohibió expresamente toda referencia a sus preferencias futbolísticas para no dividir a los fans. Se sabe también que Neil Aspinall, el tour manager, frecuentaba el estadio de Anfield Road cada vez que estaban en Liverpool y el equipo jugaba. Una vez, con la misma ironía con la que aseguró que él y Ringo eran "Beatles clase turista", George Harrison confesó abiertamente a la prensa su preferencia futbolística: "En Liverpool hay tres equipos de fútbol. Y yo soy hincha del otro...".

Everton trataba de sacar provecho de la simpatía de McCartney hacia el equipo y de manera oficiosa solía deslizarse que el compositor de Los Beatles era hincha del club. En realidad unos primos suyos eran los más fanáticos y utilizaban el apellido familiar para conseguir adhesiones. La obra de Los Beatles ofrece referencias futbolísticas como para conocer.
En la célebre portada de Sargent Pepper, detrás del rostro de Marlene Dietrich, se alcanza a distinguir a Albert Stubbins un pelirrojo delantero del Liverpool. Y en la enumeración de personajes y organizaciones que desgrana Lennon en la canción Dig it, menciona a Matt Busby, un escocés que fue jugador y técnico del Manchester United entre 1945 y 1971, el segundo de mayor duración en su cargo detrás de Alex Ferguson.

Los Beatles, como ingleses, hijos de la clase trabajadora y simpatizantes de los equipos más populares de la ciudad, probablemente no tengan más que consignar con respecto al fútbol. Pero si tienen mucho en común con otros genios de otros rubros y de los que abundan bastante en el deporte. Los Beatles, al igual que Roger Federer, Mozart, Bill Gates y Tiger Woods, han sido mostrados como ejemplos en la Teoría de las 10 mil horas que describe el ensayista norteamericano Malcolm Gladwell en su libro Los Fueras de Serie (Outliers) 
Los Beatles tuvieron su decisiva carga horaria cuando tocaban en los burdeles de Hamburgo. Viajaron 5 veces desde Liverpool entre 1960 y 1962. Tocaban los siete días de la semana en sesiones que duraban hasta 14 horas por día. Vivían y dormían detrás de una pantalla de cine del lugar, si es que a eso se le puede llamar vivir y dormir.

Para cuando terminaron de actuar en Hamburgo ya habían tocado alrededor de 270 noches y para cuando tuvieron su primer éxito en 1964 ya registraban 1.200 actuaciones en vivo. Una cifra que hoy ninguna banda alcanzaría en toda una vida. Obligados a entretener con su música en esas sesiones maratónicas debían manejar un repertorio musical variado que terminó enriqueciendo sus propias composiciones. Quienes deseen tener una buena muestra de aquellos Beatles, la película Backbeat refleja con mucho acierto como eran los músicos en sus días de Hamburgo. 

Paul McCartney tal vez no se haya interesado en su andar por el anillo del Monumental por el momento de River. Puede que tampoco revise por internet como salió el Everton mientras anda por el mundo. Pero tiene en común con las estrellas del deporte mucho más de lo que parece. Los dotados se entrenan y ensayan como si realmente no supieran nada lo que hacen. Pueden llamarse Federer, Jordan, Maradona, Woods ó McCartney. 
Nuestra victoria es haber pisado este planeta más o menos en la misma época que ellos. 

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