11 noviembre, 2010

McCartney marcó tendencia Evento. Con un fuerte apoyo en temas de los Beatles, el músico hizo delirar a su público

El esperadísimo primer recital de Paul McCartney ayer en Argentina fue comentado minuto a minuto y en directo por medios del país. Quien no pudo asistir, no tenía más que conectarse a Internet y seguir un recital que sacudió a 40 mil personas.

La expectativa reflejada a través de los medios y del público, que desde sus cuentas de Twitter comentaba cada momento del show, era igual o superior a la generada por los shows de Madonna, en diciembre de 2008. Hacia las 22 horas de Uruguay, cuando el show estaba a punto de comenzar, el ex Beatle era la figura más comentada por todos los usuarios bonaerenses de la web Twitter, de acuerdo a las estadísticas del sitio Trendsmaps, que rastrea en tiempo real los nombres más repetidos allí y los ubica geográficamente.

Con puntualidad británica, el escenario se encendió a la hora que estaba pautado, las 21 de Argentina. Imágenes de los Beatles y remixes de sus clásicos temas creaban un clima que calentaba al público, formado por unas 60 mil personas ansiosas por encontrarse con una de las mayores figuras vivas de la música del siglo XX. Después de diecisiete años sin dar show en Argentina, McCartney llegó y arrasó. La confirmación del show se hizo hace poco más de un mes, con una celeridad sorprendente, y apenas las entradas se pusieron a la venta, se agotaron, por lo que se abrió el segundo recital, que es el que ofrecerá esta noche.

Las luces se apagaron, como suele ocurrir a la hora de la apertura de estos grandes conciertos, y McCartney salió, elegantemente vestido con traje elegante, para saludar gentilmente a su público, exactamente dos minutos después de las 22 de Uruguay, 21 horas de Argentina.

La primera canción fue Jet, un tema de 1974, considerado por varios críticos como un buen exponente de la música pop. Pero ya en la segunda canción McCartney se lanzó de lleno a lo que buena parte del público esperaba: el repertorio de los Beatles.
"Lágrimas en los ojos de muchos", decía fugazmente el cronista de Todo Noticias desde sus comunicados en Twitter. El motivo era All my loving, canción que tiene como anécdota el haber tenido la primera letra que McCartney escribió antes de la música, cuyos ecos, nacidos en el disco With the Beatles, de 1963, se hacían sentir en el estadio.

"Esta noche voy a tratar de hablar en español", dijo McCartney, "pero lo haré más en inglés. That´s the way it is". Con ello dio su segundo mensaje a su público argentino. El primero lo había lanzado desde su propia página web, poco más de un mes atrás, cuando desde un video comunicó a ese público que se presentaría en esta fecha.

"Porteños, estamos muy contentos de estar aquí de nuevo", fue la segunda frase que dirigió a la multitud, probablemente sin darse cuenta de lo gracioso que podía resultar esa denominación para algunos. El tema que siguió fue Highway.

Como el recital que hizo en Porto Alegre el domingo de noche, el de ayer tenía programadas aproximadamente treinta y cinco canciones a lo largo de casi tres horas de extensión. Era un regalo más que suficiente para fanáticos que hicieron cola durante horas, saturaron las webs de ventas y pagaron precios extraordinariamente altos para poder verlo. Aproximadamente dos tercios de las canciones del repertorio eran de los Beatles, como correspondía a una figura que, sin importar los años, sigue recorriendo los escenarios con una energía envidiable y contagiosa.

En el repertorio, de acuerdo a las reseñas que iban apareciendo, se incluyeron muchas canciones de Wings, el grupo que formó tras la disolución de los Beatles, y algunas de Fireman, un proyecto paralelo que hizo con un productor y un par de sus discos como solista.

De acuerdo a O Globo, el hecho de que el grueso de las canciones "extra Beatles" en el repertorio de esta gira sea de Wings, puede tener que ver con el reciente relanzamiento de Band on the run, el disco más exitoso del grupo, fechado en 1973. McCartney, en ese sentido, no se ruboriza a la hora de utilizar sus recitales como parte de su plataforma promocional, de forma mucho más explícita que otros artistas de su misma convocatoria. Incluso en sus shows se ha permitido promocionar, desde las pantallas gigantes, el videojuego Beatles Rock Band, fruto de una gigantesca operativa comercial concretada el año pasado.

Con todo, se permite ciertos toques de simpatía a la hora de comunicarse ante su público. Antes de tocar al piano The long and winding road, canción cuya producción a manos de Phil Spector para el disco Let it be lo dejó desconforme, se quitó el saco y dijo que ese sería su único cambio de vestuario para la noche. Los siguientes temas tuvieron sus presentaciones breves. Así dijo "Escribí esta canción para Linda, pero esta noche es para ustedes", antes de My love y "Esta es una canción que hice pensando en John y una conversación que nunca tuvimos", antes de Here today. Era inevitable pensar que sobre el escenario se paraba una parte de la historia del siglo XX.

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