El Hotel Sheraton de Porto Alegre se transformó en un sitio donde los gritos, los pedidos de fotos y autógrafos se ha hecho común. Paul McCartney está allí y cuando muestra su figura, comienzan el delirio, los saludos y otra vez los gritos.
Entre flashes y camaras grabadoras, Paul salió del hotel para dirigirse al auto y se dio tiempo para saludar a sus fans desde el interior del mismo, en una especie de 'hola generalizado', con la palma de su mano.
Cuentan que su destino era el estadio Beira Río. McCartney quiere tener todo bajo control para la presentación de mañana. Y como sabemos, Paul es exigente.
Cuentan que su destino era el estadio Beira Río. McCartney quiere tener todo bajo control para la presentación de mañana. Y como sabemos, Paul es exigente.
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