06 noviembre, 2010

Aquellos recordados recitales del '93

En 1993 la autopista estaba en construcción y llegar a Buenos Aires desde La Plata demandaba más tiempo; Carlos Saúl Menem era presidente de los argentinos y los celulares e Internet no eran masivos. La fuerte revisión de la historia de los Beatles que desató la edición de las Antologías a fines de los '90 no se había iniciado y los saltos del público en el campo de River no generaban polémicas. Linda McCartney ocupaba un lugar detrás de los teclados de la banda que acompañaba a Paul y no sólo eso: también se promocionaba, en el programa de los conciertos un libro de cocina naturista que acababa de editar. El último disco solista de Mc Cartney que se había publicado era "Off The Ground" y el corte "Hope of Deliverence" sonaba en todas las radios.



En este contexto, fueron en total tres los conciertos que McCartney ofreció en la Argentina en aquella oportunidad y cada uno de ellos dejó su huella en la memoria de los miles de argentinos que estuvieron ahí.

La cosa arrancó temprano, con Nito Mestre haciendo las veces de telonero con temas de su carrera solista.

Pero la hora de la verdad se inició cuando Paul y su banda de entonces (Robbie McIntosh, Hamish Stuart, Wix Wickens,  Blair Cunningham y Linda McCartney) irrumpieron en el escenario con una enérgica versión del clásico beatle Drive My Car, para dar inicio a un largo y emotivo recital que se extendió por más de dos horas.

En ese lapso se registraron picos de emoción a partir de la interpretación de clásicos de Wings (Let Me Roll It), Beatles (We Can Work it Out, Magical Mistery Tour, All My Loving, Penny Lane, Paperback Writer, Lady Madonna) y otros de la etapa solista (Live and Let Die, Peace in The Neighbourhood), entre otros.

De entre los momentos excepcionales que dejaron su huella en la audiencia se cuenta el homenaje a John Lennon (mediante la transmisión de imágenes en las pantallas gigantes) durante la interpretación de C`mon People. Y el final, con una platea que reclamaba bises no con el tradicional canto de la lluvia de Woodstock, sino prolongando espontáneamente el popular estribillo del final de Hey Jude.

1 comentario:

Anónimo dijo...

muy buena la pagina