Brian Epstein, dueño de una tienda de discos y de otra de muebles en Liverpool, se acercó una noche al The Cavern, un garito en el que bandas locales se ganaban cuatro perras por meter mucho ruído. Eran muchos los que se habían acercado por su tienda de discos a preguntar por un single de Tony Sherydan llamado My Bonnie, grabado con la colaboración de una banda llamada The Beatles. Como no lograba dar con el single por el que preguntaban sus clientes, Epstein decidió acudir a The Cavern a preguntarles directamente a la banda.
Curiosamente, había visto el nombre de The Beatles anunciado en un cartel pero le había parecido un nombre más bien ridículo. También conocía de vista a sus cuatro miembros pues acudían a su tienda a ojear discos, aunque Epstein no sabía que tocasen en ninguna banda.
Epstein se sintió fascinado de inmediato con la banda, en especial con John Lennon y pronto acabó convirtiéndose en su manager.
Ya con su nuevo manager y tras recibir un patada en el culo en Decca, The Beatles decidieron buscar su oportunidad llamando a la puerta de George Martin, productor del sello Parlophone de la discográfica EMI. En sólo doce horas nació Please, Please Me, el primer disco de la banda. Eligieron un repertorio que tenían resabido de tocar en pubs británicos y alemanes. En estudio perdieron parte de la gran fuerza que tenían en directo, pero aún así aquel era un buen debut.
Ya desde el one-two-three-FOUR! con el que comienza I Saw Her Standing There, el rockanrolito que abre el disco, captan nuestra atención y podemos darnos cuenta de que este disco es distinto a todos los discos que se habían publicado hasta el momento. The Beatles no inventaron nada, pero su sonido tenía una frescura y una fuerza que ningún otro grupo había mostrado. En el album se exhibían canciones que se convirtieron en buenos éxitos como el mismo Please, Please Me o Love Me Do, pero si alguna merece ser destacada sobre todas las demás esa es Twist And Shout, un cover tan bueno que igual que Joe Cocker se apropió tiempo después de su With A Litle Help From My Friends, ellos se apropiaron completamente del clásico de The Top Notes (aunque The Beatles se basaron en la versión de The Island Brothers para realizar su propio cover)
La historia fue que tenían tiempo en el estudio y espacio en el disco suficientes para grabar un último tema. El problema consistió en que Lennon, tras una sesión tan maratoniana, se estaba quedando afónico por momentos. La versión que se escucha en el disco es la primera toma de la canción ya que en el segundo intento la voz de Lennon se rompió definitivamente.
Twist & Shout es la canción que muestra lo que eran The Beatles en directo.
La voz complemente rota de Lennon, que lo hacía aullar más que cantar, en vez de resultar un problema le devuelve a la fuerza escénica y salvaje que solían desplegabar The Beatles sobre el escenario. Aunque la autoría no es suya, el tema respira sonido Beatle en cada nota. El riff inicial es fantástico, los coros de Harrison y McCartney dando réplica a Lennon son perfectos y alcanzan niveles legendarios cuando se coordinan para forman un puente a tres voces para dar paso al estribillo.
Para ser sinceros, la exhibición de Twist & Shout no oculta que Please, Please Me no es un debut tan brillante como el que tendrían The Rolling Stones, The Doors o Led Zeppelin, pero sin duda es un punto de referencia en la historia del rock. En Decca habían rechazado a The Beatles porque decían que el rock and roll estaba en decadencia y no tenía futuro.
Y lo cierto es que, sin exagerar, de no existir este disco es probable que el rock se hubiese muerto de pura indeferencia. Así que The Beatles y su época yeah-yeah! se merecen un cierto respeto y un reconocimiento, creo yo. Se les suele juzgar por ese uniforme hortera y su imagen prefabrica de chicos modositos, pero eso no es más que un recurso comercial. Antes de grabar este disco, The Beatles era un grupo de chaquetas de cuero que tocaba para los rockers. Era un grupo de rock, con toda la rebeldía que implica ese término.
Ni han inventado nada ni técnicamente son unos músicos virtuosos. Pero el rock estará eternamente en deuda con ellos, independientemente de los gustos musicales de cada uno.
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